La empleada del Hotel “Inti Huasi” fue quien vio cómo se fugaban los acusados y dio aviso a la policía. “Se venían riendo y festejando. Estaban contentos. ‘Le rompí toda la jeta’, dijo uno”, declaró la testigo.
Andrea Fabiana Ranno, la empleada del hotel por donde pasaron los rugbiers en su huida luego del brutal ataque a Fernando Báez Sosa, brindó declaración en el comienzo de la quinta audiencia del juicio en el Tribunal Criminal Nº1 de Dolores.
Ranno relató que esa madrugada del 18 de enero de 2020 escuchó murmullos y miró hacia la Avenida 3: “Vi un grupo de gente que estaba contra las rejas del súper. Pensé que estaban borrachos y querían romper un vidrio, algo que pasa habitualmente en enero en Gesell. Volví a trabajar y a los segundos escuché pasos muy fuertes en la arena. Me volví a asomar y vi un chico que venía casi trotando. De atrás lo seguían como ocho y diez. Lo primero que pensé fue que eran una patota que perseguían a los de adelante para dársela”.
“‘Pará, espéranos’, le decían. Ellos no me vieron pero yo a ellos sí, los escuché: se venían riendo y festejando. Estaban contentos. ‘Le rompí toda la jeta’, dijo uno”. En ese momento la testigo miró a los padres de la víctima, les pidió perdón y les dijo “esto debe ser muy doloroso”. Ranno a su vez apuntó contra Máximo Thomsen, al dar características que coinciden con él la noche del crimen, a quien describió como “sacado” y “fuera de sí”, también reconoció corriendo detrás a Matías Benicelli como “el de rodetito”.