Noche de eliminaciones y polémica en Gran Hermano.
La relación entre Camila y la Tora nunca fluyó, fue tenso desde el primer minuto pero se puso aún peor cuando un grito del afuera expuso su juego. Desde el exterior, alertaron sobre una traición de la primera y Lucila no la perdonó.
Si bien la más nueva de la casa intentó limar asperezas, del otro lado se topó con una pared infranqueable. «No te creo nada, Andrea del Boca, al lado tuyo, es un poroto. Tomatelá», le aclaró la Tora marcando la división total. Es por esto que cuando quedó nominada, fue evidente que Camila empezó a hacer fuerza para que fuera eliminada.
En el medio de la tensión por las eliminaciones, cuando la gente salvó a La Tora, Camila no pudo disimular su asombro. Pero más elocuente fue la cara que puso cuando su ‘enemiga’ dijo: «Soy transparente y voy a seguir manejándome así»