El intendente de Esteban Echeverría expresó que la dirigente política supo «dedicar su vida a la causa de las mayorías populares».
En el marco del aniversario 105 del nacimiento de Eva Perón, el intendente de Esteban Echeverría Fernando Gray reivindicó su figura mediante un posteo en la red X en medio de su pelea con el kirchnerismo.
“Evita es el nombre que se transformó en la bandera de las y los más humildes. Es el nombre de la mujer que dedicó su vida a la causa de las mayorías populares”, expresó en su cuenta X (exTwitter).
“A 105 años de su nacimiento, la recordamos con amor, pasión y el compromiso de seguir su ejemplo en la lucha por una Argentina más justa, libre y soberana”, sostuvo.
Evita es el nombre que se transformó en la bandera de las y los más humildes. Es el nombre de la mujer que dedicó su vida a la causa de las mayorías populares. A 105 años de su nacimiento, la recordamos con amor, pasión y el compromiso de seguir su ejemplo en la lucha por una… pic.twitter.com/mADKjX5WbF
— Fernando Gray (@fernandogray) May 7, 2024
LA HISTORIA DE EVITA
La dirigente política nació el 7 de mayo de 1919 en la ciudad bonaerense de Los Toldos. Con la intención de desempeñarse como actriz, Duarte se mudó a la ciudad de Buenos Aires cuando tenía tan solo 15 años, y allí se destacó por su trabajo en el radio-teatro.
En el año 1944 conoció a quien sería su marido y compañero de vida, Juan Domingo Perón, quien se desempeñaba como secretario de Trabajo y Previsión. El encuentro se produjo en un acto relacionado con la ayuda a las víctimas del terremoto de San Juan que ocurrió ese mismo año.
Después de que se casaran en 1945, “Evita” se empezó a involucrar en la política y al año siguiente participó activamente en la campaña electoral de Perón.
En 1947 impulsó y consiguió la sanción de la Ley de sufragio femenino; y luego, en 1949, fundó el Partido Peronista Femenino. Al año siguiente fue diagnosticada con cáncer de útero. Finalmente, murió el 26 de julio de 1952, a los 33 años.
Su funeral duró 16 días, y vio desfilar por la capilla ardiente a más de dos millones de personas en el Ministerio de Trabajo, el Congreso Nacional y la CGT, los lugares por los que fue llevado su féretro, conservado finalmente en la central sindical con la intención de que fuera embalsamado ante la construcción de un futuro mausoleo.
Este proyecto se frustró ante el derrocamiento militar a Perón en 1955, y poco después el cadáver de quien había sido su esposa fue robado de la sede sindical por un comando de la autodenominada “Revolución Libertadora”, con lo que comenzó un derrotero secreto por distintos cementerios de Europa, hasta que fue restituido a Perón en 1971.
