Jorge García Cuerva presidió la misa para despedir al Papa y no pudo contener sus lágrimas. Miles de fieles lo acompañan en Plaza de Mayo.
La Catedral de Buenos Aires fue el lugar designado para la misa en homenaje al Papa, realizada en simultáneo con su funeral en Roma. El arzobispo porteño y amigo íntimo de Francisco, Jorge García Cuerva, decidió permanecer en Argentina para presidir las ceremonias en su honor.
«El Evangelio de hoy nos dice que quienes habían acompañado a Jesús estaban afligidos y lloraban, como nosotros hoy. Lloramos porque no queremos que la muerte gane. Lloramos porque se murió el padre de todos. Lloramos porque ya sentimos en el corazón su ausencia física. Lloramos porque nos sentimos huérfanos. Lloramos porque no terminamos de comprender ni de dimensionar su liderazgo mundial«, expresó el arzobispo emocionado durante la ceremonia.
Entre los presentes se encontraban importantes figuras de la política que acompañaron el duelo. Asistieron la vicepresidenta Victoria Villarruel; el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof; el jefe de Gobierno porteño, Jorge Macri; la legisladora María Eugenia Vidal; el diputado Leandro Santoro, y el legislador Maximiliano Ferraro, entre otros.
Miles de creyentes siguieron la ceremonia a través de pantallas distribuidas en toda la Plaza de Mayo. El emblemático espacio volvió a ser escenario de una masiva concentración de personas que llevaron ofrendas, banderas, imágenes y recuerdos de Francisco.
Luego de la misa, el cronograma de actividades contempla un abrazo simbólico y un recorrido por diversos lugares significativos en la vida del Papa. Las actividades, abiertas a todo el público, se desarrollarán en los siguientes sitios:
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Casa Mamá Antula (Avenida Independencia 1190, Monserrat)
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Plaza Constitución (Avenida Garay y Lima)
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Predio del Hospital Borda, junto con los hospitales Tobar y Rawson (Dr. Ramón Carrillo 375, Barracas)
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Unidad penitenciaria del Hospital Muñiz (Uspallata 2272, Barracas)
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Hogar de Cristo San Alberto Hurtado (Monteagudo 862, Parque Patricios)
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Parroquia Virgen de Caacupé (Osvaldo Cruz 3470, Villa Lugano)
Durante la misa, García Cuerva recordó palabras de Francisco: “Al mundo de hoy nos falta llorar. Lloran los marginados, aquellos que son dejados de lado, pero quienes llevamos una vida más o menos sin necesidades no sabemos llorar”.