Con 38 votos seguros, la oposición está a un paso de sancionar la ley que limita la suba de tarifas. Pero ante la derrota, Macri aplicará de forma inmediata el veto presidencial y deberá cargar con el costo político
A pesar de todos los intentos dialoguistas del Gobierno, la oposición está a horas de convertir en ley el proyecto que retrotrae las tarifas y limita su suba. Varios factores incidieron en que el peronismo se fusione y consiga reunir al menos 38 votos contra los 31 estimados del oficialismo, lo que indicaría la sanción segura y, en consecuencia, el más firme e inmediato veto presidencial.
Los miembros del Senado están convocados a las 14, cuando se iniciará la sesión especial aunque todavía no se sabe cual será el primer proyecto a tratar ya que también deberán debatir el desdoblamiento en tres del mega DNU de Mauricio Macri firmado durante el verano y en labor parlamentaria previa a la discusión en el recinto se determinará el orden. La intención del peronismo es que se trate primero la ley de tarifas y de esta manera no perder el quórum si la sesión se extiende.
Desde que se comenzó a debatir la iniciativa contra el tarifazo en Diputados, los miembros del Ejecutivo la calificaron de «irresponsable» por su costo fiscal y por prolongar en el tiempo los subsidios a la energía que generan “un agujero” en las cuentas públicas deficitarias. El veto presidencial fue una advertencia en ese inicio, pero luego de varios intentos de acuerdos, será concreto y rápido.
Sería el segundo veto resonante a una ley del Congreso, luego de la «Antidespidos» de 2016 y, esta vez, el costo político y la derrota será fuerte luego de semanas de crisis financiera, la fuga de capitales que llevaron a la última devaluación, y a las bastardeadeas negociaciones con el FMI.
El último manotazo de ahogado que lanzó el Gobierno con la esperanza de un término medio con el peronismo, fue la propuesta del ministro del Interior, Rogelio Frigerio, al jefe de la bancada Justicialista, Miguel Pichetto, cuando le ofertó la la transferencia de Edenor y Edesur a la Ciudad y a la provincia de Buenos Aires, lo que implicaría cargar cuentas que hoy pagan fondos nacionales a los dos distritos bastiones del macrismo. No obstante, excluyó a AySA, que según el proyecto que el peronismo federal presentó en ambas cámaras para la transferencia, representó $ 34.500 millones de subsidios en lo que va de la gestión Macri.
El titular de bloque fue categórico en su rechazo, y desde el PJ consideraron que la propuesta fue «otro intento de dilación» y que «llegó tarde». Es que a esta altura, el mensaje de Macri pidiéndole a los senadores que no se dejen llevar por las «locuras» de la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner cayó mal y reunió aún más a la oposición.
Luego de una reunión del peronismo este martes, Pichetto ratificó que avanzará con la sanción de la ley y que su bloque votará entero, menos el salteño Rodolfo Urtubey que se apegó a la postura de su hermano, el gobernador de Salta, Juan Manuel Urtubey, y votará en contra.
Así, el PJ reúne 23 votos a favor y se suman los 9 de la bancada del Frente Para la Victoria. También acompañarán los puntanos Adolfo Rodríguez Saá y Eugenia Catalfamo; la rionegrina Magdalena Odarda, Pino Solanas, y los santiagueños Ada Itúrrez, Blanca Porcel y Gerardo Montenegro. Totalizan, entonces, 38 votos, y si los 72 senadores se hacen presentes, con 37 basta para dar quórum.
Por su lado, el oficialismo cuenta 31 votos. Es decir, los 25 de su bancada, más los 5 del Interbloque Federal y el de Urtubey.