La medida del juez Claudio Bonadio también corre para el ex secretario Oscar Parrilli.
La ex presidenta Cristina Kirchner y el secretario privado en su gestión Oscar Parrilli, quedaron procesados este jueves por peculado a raíz de los viajes oficiales que llevaban diarios a Santa Cruz.
Así lo firmó el juez Claudio Bonadio, que además dispuso un embargo de 500 mil pesos a cada uno. En este caso, Parrilli fue considerado autor del delito y la ex presidente, partícipe necesaria. Según el artículo 261 del Código Penal, conlleva una pena de dos a diez años de prisión al funcionario público que sustrajere caudales o efectos cuya administración, percepción o custodia le haya sido confiada por razón de su cargo.
“Los hechos investigados fueron producto del antojo de un funcionario y la condescendencia de otro, y comenzaron a gestarse a partir de la tardanza de un vuelo comercial en el cual se enviaban hasta entonces, lo que perduró con regularidad nada menos que por un período de 12 años. No cabe duda de que, cuanto menos en el caso del traslado de los diarios, Parrilli no solo estaba al tanto de los envíos sino que era quien los ordenaba”, aseguró el magistrado.
Y agregó: “Basta para confirmarlo, con repasar las declaraciones de los testigos que dan cuenta de las jerarquías y los modos en el que se tomaban e instruían las órdenes desde la Secretaría General de la Presidencia, lo cual, por otra parte, va en consonancia con las funciones que el imputado tenía asignadas de acuerdo al Decreto 684/04. Siendo así, resulta evidente que el empleo de un servicio costeado por la Administración Pública para un uso distinto del previsto, constituye la violación a los deberes que describe el art. 261 del Código Penal, por cuanto poco importa el rango que en el Estado detentaba el tercero beneficiado –alguno de los ex presidentes -, cobrando especial trascendencia el hecho de que el destino de los fondos públicos dirigidos al buen desempeño de la función, no pueden ser desviados para el cumplimiento de los caprichos de ningún funcionario”.
El expediente se inició a raíz un desprendimiento del caso de los Cuadernos de las coimas, cuando declararon pilotos de los aviones oficiales contando cómo eran esos traslados llevando especialmente diarios desde Buenos Aires hacia Santa Cruz.
En su indagatoria, la senadora descalificó las acusaciones. “Esta versión no es novedosa, ya que desde hace años, siempre los mismos denunciantes y siempre los mismos medios de comunicación, vienen repitiendo la misma versión que, incluso para algunos, adquirió el carácter de leyenda. Al igual que el caso anterior, Bonadío interviene ilegítimamente en esta investigación, iniciada en base a supuestas pruebas recabadas en la ‘causa de las fotocopias’”.