Se trata del tercer contacto entre el presidente y el candidato. El acuerdo fue tratar de generar estabilidad, aunque ambos se miran de reojo.
En las últimas 72 horas, se reabrieron las líneas de comunicación entre las máximas figuras políticas y los equipos técnicos del Gobierno y el Frente de Todos. Luego de tomar la decisión de postergar el envío del proyecto de ley al Congreso hasta encontrar consenso, Mauricio Macri arrancó las conversaciones con la oposición para intentar avanzar con la refinanciación de la deuda emitida bajo jurisdicción local.
El presidente se puso al frente de la estrategia y llamó a referentes opositores para impulsar el diálogo y dejar atrás el clima de confrontación. Precisamente, trascendió que el sábado pasado el líder de Juntos por el Cambio habló con el postulante kirchnerista Alberto Fernández -antes de que viaje a España-.
De acuerdo a la fuente de la Casa Rosada que reveló el contacto, el mandatario se comunicó con el jefe del Frente de Todos para ponerlo al tanto de las medidas que iba a tomar y al mismo tiempo para aflojar las tensiones entre ambos bandos en un contexto de grandes estragos en la economía.
Vale recordar que una semana después de las PASO ambos cesaron el fuego electoral mediante las llamadas que intercambiaron, aunque con el correr de los días y declaraciones cruzadas, el ambiente de grieta volvió a la “normalidad”.
Con el mismo fin Macri también se contactó con Roberto Lavagna, candidato de Consenso Federal, el primero que ante la crisis de los mercados y la escalada del dólar pidió dejar de lado la campaña. Atento a la delicada situación y en sintonía con el pedido de prudencia que extendió a sus adversarios, el jefe de Estado bajó línea a su tropa para dejar en stand by la contienda electoral. “La prioridad es garantizar la estabilidad”, indicó un dirigente que integra la Mesa de Acción Política del Presidente.
Más allá de los llamados del jefe de Estado, la primera reunión con la oposición se dio este lunes. Fue entre funcionarios y espadas políticas del oficialismo con el líder del Frente Renovador Sergio Massa, uno de los referentes del Frente de Todos, que ofició de anfitrión en sus oficinas de Avenida Libertador al 800, en la zona de Retiro.
A la cita desembarcaron el titular de la Cámara de Diputados, Emilio Monzó; el ministro del Interior, Rogelio Frigerio; y su vice Sebastián García de Luca. Fue un acercamiento informal que el oficialismo consideró como “positivo” ya que el tigrense mostró una buena predisposición para colaborar, si bien dejó en claro que “Macri es quien tiene la responsabilidad de solucionar el tema”.
El entorno de Massa coincidió en que la cumbre fue en buenos términos. “Vinieron a pedirle una opinión a Sergio. El les dijo cómo creía que se debía instrumentar la refinanciación y les dio su mirada pensando en el país”, indicaron.
Según publica Clarín, el primer candidato a diputado nacional por la provincia de Buenos Aires les transmitió a los funcionarios que cree conveniente que el Gobierno saque el reperfilamiento de la deuda de mediano y largo plazo con un DNU. Y que ese decreto luego se trate en el Congreso, después del 27 de octubre. De esa manera, planteó la oferta final que tiene que hacer el Ejecutivo sobre las nuevas fechas de vencimiento, la podrá decidir Fernández y su equipo económico,
Con el que todavía no hubo un acercamiento fue con titular del PJ, el diputado José Luis Gioja. Al menos eso dijo el sanjuanino: “Nadie del oficialismo se contactó para hablar del proyecto, que no digan otra cosa para justificar su improvisación”, se quejó en FutuRock.
