La Santa Sede rechazó la designación del diplomático, por lo que deberá sugerir otro nombre.
Luis Bellando había sido designado para ocupar la embajada argentina en el Vaticano, pero su dominación quedó trunca por el rechazo de la Santa Sede, ya que el diplomático de carrera está casado en segundas nupcias.
Esta semana se confirmó el viaje de Alberto Fernández a ver al Papa Francisco, el 31 de enero, con lo que se especulaba ya un encuentro con el nuevo funcionario, quien fue propuesto por el secretario de Asuntos Estratégicos, Gustavo Béliz.
La elección de Bellando había surgido luego de una sugerencia del Papa, que había pedido que en la Santa Sede no hubiera un embajador político sino un diplomático de carrera. Es hijo de un reconocido periodista del mismo nombre y hoy está al frente de la embajada en Angola. Pero la condición que no le permite asumir en el nuevo cargo es que se divorció y se volvió a casar, por Civil y por Iglesia, con una mujer nacida en Bolivia.
Al conocerse la noticia, el jefe de Gabinete Santiago Cafiero, ratificó el freno a la designación y explicó: “La mecánica de la Cancillería es enviar primero los nombres en consulta, porque los países tienen que estar de acuerdo con los candidatos que se proponen. En este caso se reverá y también se reverá si hace falta otro candidato para enviar como embajador o representante en la Santa Sede“.
A comienzos del mandato de Cambiemos en fines de 2015, Mauricio Macri también cometió su error cuando quiso enviar a otro candidato al Vaticano: Tomás Ferrari no estaba aún casado con quien después sería su esposa. Poco después de que se difundiera que lo querían enviar a la Santa Sede, pero sin que se hicieran los trámites, debieron cambiarle el destino.