Restan apenas ocho días para que la administración bonaerense logre el aval del los acreedores para estirar el plazo del pago de la deuda hasta mayo. El gobernador dijo que hay «muchos bonistas que ya aceptaron».
El clima financiero sigue en momentos de turbulencia luego del acuerdo fallido con los acreedores de la provincia de Buenos Aires. El riesgo país, que marca el nivel de rechazo que tienen los inversores hacia los títulos públicos nacionales, superó este jueves los 2000 puntos y llegó así a su nivel más alto en el último mes. En tanto, los bonos en dólares en Nueva York caen cerca de 1% y los títulos en pesos también descienden en el marco de la renegociación de la deuda provincial.
Ya abiertas las charlas entre el Gobierno nacional y los tenedores de la deuda para llegar a un acuerdo de reestructuración, el paso de las semanas sin mayores novedades fueron agregando tensión en el mercado. El anuncio del gobernador Axel Kicillof de que no podría afrontar su primer pago de deuda en el calendario empujó en los últimos días al indicador de JP Morgan.
El miércoles, la administración bonaerense no convenció a los bonistas para aplazar hasta mayo el pago de U$S250 millones pero resolvió extender hasta el 31 de enero el plazo para seguir negociando y así evitar caer en default.
El mandatario provincial necesitaba el consenso de al menos el 75% de los acreedores para lograr que el vencimiento del bono BP21, que tiene como fecha el 26 de enero, sea postergado hasta el 1° de mayo.
«Perdieron el tiempo durante dos meses y después nos cantaron retruco con un cuatro de copas», dijo el miembro de uno de los comité que negocia con el ministro de Economía bonaerense, Pablo López.
Por eso, los analistas económicos que siguen de cerca el proceso no entienden la estrategia de la provincia, que comunicó por una solicitada en los medios que no podía hacer frente al pago de US$250 millones de amortización del BP21 a menos de dos semanas de que venza, y que señaló después que, si los tenedores del 75% del capital no aceptan la postergación, Buenos Aires entraría en default.