Los operativos policiales son más severos y los accesos a la Ciudad están desbordados de vehículos. En el transporte público se reforzaron los controles de los trabajadores para verificar que sean solamente los esenciales.
Empezó la nueva etapa de cuarentena endurecida que llegará según el anuncio del presidente Alberto Fernández hasta el 17 de julio. El Gobierno busca sacar de la calle a dos millones de personas a través de una metodología denominada «martillo», por la que se aplican duras restricciones para bajar la cantidad de contagios.
A diferencia de las anteriores etapas de la cuarentena, inclusive en la del inicio, esta vez los controles comenzaron desde la madrugada de este miércoles primero de julio.
Los puntos en los cuales más autos se concentraron por los controles fueron en el Puente Pueyrredón y en Puente La Noria, donde desde temprano se registraron demoras de hasta una hora para poder pasar.
Otro de los puntos donde se registraron demoras importantes en el inicio del día fue en la Panamericana, donde en los peajes se controló auto por auto.
También se incrementaron los controles en los ingresos a las estaciones de trenes del AMBA, más los habituales de las cabeceras de Once, Constitución y Retiro.
Además de bajar la cantidad de personas que circulen en el AMBA, se quiere evitar también un mal uso de los permisos que eran por 48 horas para situaciones especiales, como visitas a familiares o de padres separados. Estos serán ahora de 24 horas y dos veces por semana. Pero se atenderá la situación de quienes argumenten que deben cuidar a personas varios o todos los días de la semana, como adultos mayores o con discapacidad.