La ciudadanía europea amaneció conmocionada por el siniestro. La justicia francesa sospecha de un origen criminal.
Francia amaneció conmocionada por un incendio desatado en la majestuosa Catedral de Nantes, pero la acción de los bomberos consiguió dominar la situación, aunque los daños fueron importantes, mientras se trabaja para sofocar de manera definitiva los tres focos generados durante la noche.
La fiscalía abrió una investigación por «incendio voluntario» tras el episodio, aunque todavía no se informó de detenidos por el caso.
El fiscal de Nantes, Pierre Sennes, explicó a la emisora de radio France Bleu Loire Océan que esos tres puntos diferentes “nos llevan a privilegiar la hipótesis criminal, no es resultado del azar”.
Un total de 104 bomberos estuvieron trabajando en la extinción del fuego, que ha quedado controlado. El responsable del cuerpo en el departamento, el general Laurent Ferlay, insistió en que “no estamos en un escenario como el de Notre Dame” el 15 de abril del pasado año, cuando quedó destruida buena parte de la techumbre de la catedral de la capital francesa.
El presidente francés, Emmanuel Macron, escribió en su cuenta de Twitter que “después de Notre Dame, la catedral San Pedro y San Pablo en el centro de Nantes está en llamas”.
“Apoyo a nuestros bomberos que asumen todos los riesgos para salvar esta joya gótica de la Ciudad de los Duques”, añadió Macron.