Sebastián Basso se refirió a la actualidad de las investigaciones a 26 años del atentado, y si bien aseguró que «algunas verdades se han obtenido» aclaró que «todavía quedan puntos oscuros».
Con poco más de 24 horas transcurridas desde el 26° aniversario del atentado a la AMIA, el fiscal de la causa Sebastián Basso se refirió a la situación actual de las investigaciones al respecto, y explicó que si bien se han obtenido «algunas verdades», » todavía quedan puntos oscuros».
«El atentado está en estado de investigación, excepto la parte que corresponde al juzgamiento de Telleldine, la persona que entregó la camioneta a los terroristas. Hay que aclarar que después de 26 años algunas verdades se han obtenido, pero todavía quedan puntos oscuros. No hemos podido sentar en el banquillo a los autores materiales e intelectuales», explicó el fiscal en diálogo con Código F, programa que se emite por Radio Rivadavia.
Basso, quien asumió su cargo en la fiscalía a comienzos de 2019, detalló además que «se han acumulado suficientes evidencias para asegurar que fue Hezbollá el que llevó a cabo el atentado», y sumó: «El atentado se lo adjudicó una agrupación terrorista de Hezbollá en un diario del Líbano. Se pudo determinar que una de las personas que ya estaba siendo investigada por las agencias de inteligencia estuvo en Buenos Aires realizando las gestiones operativas para llevarlo a cabo. Tiene pedido de captura con alerta roja».
Por otro lado, no dudó en subrayar las pruebas existentes contra el ex-agregado cultural iraní en la Argentina, Mohsen Rabani, de quien explicó que llegó al país en los años 80′ «y su función básica era hacer una agencia de inteligencia en territorio argentino». «Después de un atentado de Irán en Alemania donde pidieron las mismas capturas que nosotros, el régimen le dio protección a Rabanni. Tenía inmunidad diplomática», clarificó.
Por último, y en relación a los intereses geopolíticos que pesan sobre la investigación, pese a que aclaró que es una cuestión que corresponde a ámbito de la Cancillería, Basso fue contundente: «Hay intereses muy importantes en esto de que Irán no entregue a las personas, que son relevantes en el gobierno iraní», cerró.
