Estoy convencido de que la inmensa mayoría de los argentinos quieren lo mismo que nosotros, quieren una Argentina que produzca y trabaje. Los dos objetivos que nos mueven y nos van a llevar a la victoria de los argentinos, no de un gobierno”, explicó el mandatario.
Luego del anuncio del Banco Central respecto a las nuevas restricciones para la compra de dólares, el presidente Alberto Fernández habló desde la sede central de Arsat en Benavidez, y defendió la decisión del Gobierno Nacional al asegurar que “hacen falta dólares para producir, no para guardar”.
“Estoy convencido de que la inmensa mayoría de los argentinos quieren lo mismo que nosotros, quieren una Argentina que produzca y trabaje. Los dos objetivos que nos mueven y nos van a llevar a la victoria de los argentinos, no de un gobierno”, explicó el mandatario previo a asegurar que continuarán «trabajando y haciéndolo juntos» para evitar la especulación.
En ese sentido, consideró que en la actualidad hay una “lógica de la economía” que “ya no promueve más la especulación y quiere que el dolar deje de ser un mecanismo de especulación, una variable para que algunos acumulen dólares en un país donde los dólares hacen falta para producir, no para guardar”.
Con la confirmación de la noticia dada a conocer el pasado martes por la noche los consumos en dólares con tarjeta de crédito se computarán dentro del límite de 200 USD mensuales que el Gobierno Nacional permite adquirir a las personas, y en caso de que una persona haya realizado una compra por un valor mayor al permitido no podrá adquirir la moneda estadounidense por el plazo de tiempo equivalente al total de la compra.
Además, una de las medidas que causó más polémica dictaminó que tanto la compra de dólares como el consumo con tarjeta estará alcanzado por un pago del 35% a cuenta del Impuesto a las Ganancias, una metodología también utilizada durante los cepos de 2011 y 2015.
De esta manera, si un comprador no se encuentra alcanzado por el impuesto deberá pagarlo igual para luego a finales de año reclamar por su devolución, la cual, en caso de concretarse, se hará en pesos y al tipo de cambio oficial que regía al momento de la adquisición.
Por último, y en relación a las empresas, solo podrán comprar dólares para saldar sus deudas en esa moneda, existiendo un tope del 40% del total de la deuda documentada para la adquisición de la divisa.
Cabe destacar que dos semanas atrás, en una entrevista con A dos Voces por TN, el propio Fernández rechazó endurecer el cepo y hasta dijo que es “malo”. “Siempre creí que los cepos son malos. Lo heredé y heredé un país en caída libre con las reservas. Yo no potenciaría el cepo. Pero tenemos que ver cómo podemos acumular dólares y que la gente empiece a recuperar la confianza en el peso. Es difícil verlo hoy pero es necesario que sea así”, dijo en aquel entonces, y remató: “No está en mis planes devaluar”.
