La justicia dejó firme la condena por corrupción y el exmandatario fue condenado a 8 años de cárcel. Además pidieron capturar a otros 17 condenados, entre ellos, el exvicepresidente Jorge Glas.
La justicia de Ecuador dejó firme la condena por corrupción y pidió la captura del expresidente Rafael Correa en el día de ayer. El exmandatario actualmente vive en Bélgica. El hecho se produjo horas después de que el expresidente Rafael Correa se inscribiera ante el Consejo Nacional Electoral de Ecuador (CNE) para participar como precandidato a vicepresidente en las próximas elecciones.
En el caso investigado por la justicia ecuatoriana se confirmó que formaba parte de una estructura de corrupción que exigía dinero a empresas privadas a cambio de grandes obras estatales. Correa fue condenado a ocho años de cárcel e inhabilitación para participar en política durante los próximos 25 años.
Además, el Tribunal pidió a la Policía del país la detención de otros 17 condenados, entre los que también se encuentran el ex vicepresidente Jorge Glas, la exministra de Transporte y Obras Públicas María de los Ángeles Duarte, el exministro de Turismo Vinicio Alvarado y el exsecretario de Agua Walter Solís.
La condena contra Correa fue ratificada por el Tribunal de Casación del país el pasado 7 de septiembre, lo que cerró la posibilidad de que el político concurriera a las elecciones presidenciales de Ecuador, que serán en febrero del año próximo, como candidato a vicepresidente, ya que también ha sido inhabilitado para desempeñar cargos públicos.
El Tribunal señala a Correa en la cúspide de una trama que cobraba sobornos a cambio de contratos públicos a una serie de empresas entre la que se encontraría la brasileña Odebrecht, compañía protagonista de la operación Lava Jato, la mayor contra la corrupción realizada en América Latina.
El exmandatario sostiene que tanto las causas judiciales como las condenas forman parte de la persecución política que ejerce el Gobierno de Lenín Moreno sobre él y exfuncionarios de su gestión.