Acusado históricamente de ser serio y no muy buena onda, por lo menos en las notas mediáticas, esta semana Cabré desafió ese mito luego de que se vitalizaran unas selfies que lo tenían como protagonista con el dato de color que se estaba riendo.
La vida te da sorpresas dicen muchos y ahora estamos ante una porque un día Nicolás Cabré se relajó y posó divertido, con sonrisas, junto a distintas personas que se acercaron a saludarlo.
Todo eso ocurrió en Pilar este fin de semana cuando el actor acudió a un supermercado junto a Laurita Fernández en Pilar, donde tienen la casa que compraron juntos.
El hombre que se acercó a saludarlo posteó imágenes de la pareja comprando y una foto al lado de las heladeras con los congelados con Cabré, que miró a la cámara sonriendo. «Se sacó fotos con la gente y todo», comentó el señor, arrobando en Instagram al actor.