En la apertura del Coloquio de IDEA, Alberto Fernández aseguró que «hay una desconfianza que se genera porque se repiten cosas que no son ciertas».
El presidente Alberto Fernández convocó este miércoles a los empresarios a «trabajar juntos para reconstruir la Argentina» y «recuperar la convivencia democrática» tras los reclamos «repletos de agresión, insultos y maltrato» que se registraron en la marcha opositora del pasado lunes, a la vez que descartó la posibilidad de que se implementen medidas como una devaluación brusca o un corralito.
«Necesitamos una Argentina que crezca con confianza y que los empresarios entiendan de una vez y para siempre que tenemos que trabajar juntos para desarrollar a la Argentina», expresó el mandatario.
Al encabezar la apertura de la edición número 56 del Coloquio de IDEA, el jefe de Estado afirmó que en el Gobierno están «convencidos de que ése es el camino».
En ese marco, Alberto Fernández analizó la situación económica del país y afirmó que se está «enfrentando un problema por la falta de divisas, que objetivamente se heredó» de la gestión de Mauricio Macri.
«Hay una desconfianza que se genera porque se repiten cosas que no son ciertas: desde los que plantean que se viene una devaluación hasta los que plantean que vamos a quedarnos con los depósitos de la gente. Ésas cosas no van a ocurrir», aseguró.
El Presidente expresó que no es correcta la idea de que «a este Gobierno no le importan los empresarios» y resaltó las políticas implementadas para sostener el empleo en la pandemia.
«A veces escucho que éste es un Gobierno al que no le importan los empresarios. Lo único que sé es que llevamos adelante un programa para atender a la producción y el trabajo (ATP) y por esa vía llegamos a 236 mil empresas», subrayó.
En ese sentido, el mandatario manifestó que así se garantizó «el trabajo de dos millones y medio de argentinos».
«El trabajo registrado en Argentina cayó prácticamente lo mismo que cayó en toda Europa en promedio. Ése no es un buen dato, pero sí si uno compara con otras regiones del mundo», aclaró.
En cuanto al problema económico que enfrenta la Argentina, el jefe de Estado recordó que «solamente entre las (elecciones) primarias y las definitivas (de 2019) se fugaron 23 mil millones de dólares».
«Llegamos a una Argentina recesiva que llevaba más de dos años de caída permanente del consumo, que había potenciado el desempleo y la precarización del trabajo», señaló, en tanto que consideró que «todo eso pasó cuando el Gobierno decía ser un Gobierno preocupado por los empresarios».
Asimismo, Alberto Fernández también se refirió a la movilización opositora del pasado lunes: «Tenemos que recuperar la convivencia democrática. Eso nos ha llevado a una Argentina dividida que no tira para el mismo lado y eso sólo trae problemas».
Además, aseguró que, más allá de la política, esos reclamos «son todos repletos de agresión, insultos y maltrato».
«Ese país que divide, maltrata y descalifica, pone en una vereda a los empresarios, en veredas distintas. Nosotros los necesitamos en la misma vereda trabajando juntos», subrayó el Presidente, quien aseguró que los hombres de negocios «no pueden ser descalificados, como tampoco pueden serlo los trabajadores porque reclaman derechos».
Y concluyó: «Estos modos son los modos que hundieron a la Argentina en el peor de los mundos. Esta lucha nos deja parados siempre en el mismo lugar. He venido con la idea de terminar con todo eso. Voy a trabajar codo a codo con cada uno que quiera sumarse al trabajo conjunto».
«No buscamos la impunidad de nadie»
Por otra parte, Alberto Fernández defendió la decisión del Senado de no avalar los traslados de los jueces Leopoldo Bruglia, Pablo Bertuzzi y Germán Castelli y remarcó que el Gobierno «no está buscando la impunidad de nadie» cuando plantea «ciertas cosas vinculadas a la Justicia y la calidad institucional».
«Nos preocupa que la Argentina tenga una calidad institucional que ha perdido. Cuando planteamos ciertas cosas vinculadas a la Justicia y a la calidad institucional no estamos haciendo eso para buscar la impunidad de nadie ni para beneficiarnos», sostuvo el mandatario.
El jefe de Estado agregó: «Estamos haciendo esas cosas para que la Argentina recupere una Justicia que se ha perdido. ¿Qué pensarían ustedes si las vacantes que hay hoy en la Justicia yo las cubro cambiando a jueces amigos míos, sacándolos de un tribunal y pasándolos a otro? ¿Esa es una mejor Justicia? Éso es lo que pasó, es lo que se hizo con el silencio cómplice de muchos y eso está mal».
En tanto, el jefe de Estado remarcó: «Si yo quisiera ser un sinvergüenza, hubiera aprovechado los precedentes de quienes me precedieron en el cargo para designar jueces. Pero yo no creo en eso: yo creo que la seguridad jurídica exige tener jueces dignos y probos. Esos jueces tienen que dar un concurso, pasar por el Senado y ser designados por el Poder Ejecutivo Nacional.
Cuando eso no pasa, la dignidad de los jueces está puesta en tela de juicio». «Nos interesa que la calidad institucional funcione a pleno. Yo soy alguien que verdaderamente cree en la democracia y en el sistema republicano», expresó.