El fiscal no dejó de opinar sobre la desaparición de Santiago. También habló sobre la justicia argentina y su trabajo.
El abogado José María Campagnoli, uno de los fiscales con más respeto en la justicia argentina, estuvo junto a Fernando Carnota, donde habló y opinó de la justicia argentina, el Caso Maldonado y su trabajo como fiscal.
El primer tema de la entrevista no se escapó de uno de los más importante que vive la justicia y sociedad argentina: Santiago Maldonado. Lejos del caso, el fiscal dejó en claro que “como ciudadano observador de la realidad estoy muy preocupado”. Y fue más detallista sobre el trabajo de la justicia: “Se ve una justicia lenta y una fuerza policial con muy baja eficacia. Falta una agencia de investigación para casos complejos en nuestro país”.
“No entiendo por qué se necesita una orden de un juez para hacer un rastrillaje. Si es propiedad privada se necesita orden de juez, pero sino no”, detalló en Carnota910.
Campagnoli fue uno de los abogados que integró el grupo de fiscales denominados por la prensa como “Los Centauros”. Lucharon por la descentralización de las fiscalías para que la Justicia estuviera más cerca de los barrios, pero, sobre todo, se los conoció por su afán de pelear contra la corrupción e investigar a los poderosos. Pero con el tiempo, el grupo se disolvió.
Entre algunos de los trabajos destacados, el fiscal fue quien investigó al concejal Pico quien fue “el primero en ser condenado por enriquecimiento ilícito”. Además, llevó a juicio al juez Oyarbide y estuvo presente en la toma de la comisaría 24° de La Boca por parte de Luis D´Elia como protesta por el homicidio de Martín Cisneros, de la Federación Tierra y Vivienda (FTV): “Fui una especie de mediador”.
Consultado por el trabajo de la justicia legítima durante el período kirchnerista, el abogado afirmó que “hay mucho que decían que eran de justicia legitima para no pasarla mal, pero no sé si realmente lo sentían”.
Defendiendo su trabajo, sostuvo que “la gente no cree que hay muchos fiscales y jueces que tienen mucho respeto por la ley. En la justicia y fiscalía ordinaria hay mucha gente que lo hace. Trabajan con personas jóvenes que tienen vocación y dan combate al delito diario”. Y reconoció que en su rol de fiscal “nunca me apretaron, no creo que se animen llamarme”.
Por último, habló del difícil momento que tuvo que afrentar luego del fallecimiento de su mujer Dolores hace 6 años: “De un día para otro se empezó a enfermar, tuvo cáncer de pulmón. Su muerte me hizo vivir muy en primera persona la paternidad con mis hijos”.
Tres años después de este mal momento, llegó la suspensión en su trabajo: “Primero me bajaron el sueldo. Les pedí a mis hijas que buscaran trabajo”, detalló y agregó que “gracias al periodismo y la gente que hizo una movilización me ayudó mucho para volver al trabajo”.
“Cuando volví a la fiscalía eran todos extraños porque habían disuelto a mi equipo. Y más allá del concepto que Alejandra Gils Carbó tenía después de lo que sucedió, le dije que necesitaba recuperara mi equipo de trabajo y traté de obtener que vuelva algunos de los empleados”, concluyó.