Al ser un impuesto coparticipable, el costo fiscal de la suba del piso mínimo para pagar el tributo podría generar pérdidas importantes para los gobiernos provinciales, según consultoras privadas.
El proyecto de ley que propuso el oficialismo para elevar el piso del mínimo para el pago del Impuesto a las Ganancias se tratará en las próximas semanas en el Congreso. De aprobarse traerá un alivio importante para los trabajadores ya que podrán incrementar su poder adquisitivo. Sin embargo, el coste lo pagarán el Estado nacional y las provincias que son las que aportarán el 57% de los recursos resignados.
Según estimaciones de la consultora Aerarium, el costo fiscal se estima que estará entre los $23.058 millones y $34.587 millones. Este coste se debe a que es un impuesto coparticipable que “se distribuiría entre Nación, Provincias y Municipios”, indicó el informe.
Las tensiones que se generan entre el contribuyente y las provincias llevan a tener que decidir alternativas al Estado nacional para que el impacto sea menor. Ya se vivió una situación similar con una suba en el piso del impuesto a las ganancias en 2016 y los gobiernos pidieron una compensación por los recursos resignados.
Desde la consultora advierten que seguramente el Gobierno tenga que encontrar una manera de generar un consenso con los gobernadores provinciales para generar alivio. Esta podría ser la compensación de la pérdida de recursos a través de una asignación equivalente de Aportes del Tesoro Nacional.