El Gobierno desestimó la oferta del presunto testaferro de Amado Boudou, quien mañana afrontará otro juicio oral por la calcográfica.
Alejandro Vandenbroele estaba decidido a presentarse como arrepentido en la causa de la ex-Ciccone Calcográfica, pero su testimonio tenía un alto precio.
El abogado y presunto testaferro del exvicepresidente Amado Boudou, había pedido U$S 1 millón para romper el silencio además de protección para él y sus familiares. Sin embargo, desde Casa Rosada le bajaron el pulgar y rechazaron pagarle esta suma.
Pese a la negativa, el empresario volvió a mostrar interés para declarar a cambio de «garantías», aunque esa maniobra se cayó definitivamente por la filtración de las negociaciones y que el involucrado en el caso Ciccone recibiera amenazas telefónicas.
Este martes, comienza el segundo juicio oral y público contra Boudou, en la que deberá dar explicaciones por coimas y negociaciones incompatibles con la función pública ante la sospecha de que, junto a sus allegados -entre ellos Vandenbroele- trató de quedarse con la empresa que imprime billetes.
También deberán desfilar por Comodoro Py: Vandenbroele, José María Núñez Carmona, el exdueño de la empresa Nicolás Ciccone y a los exfuncionarios de AFIP, Rafael Resnick Brenner, y del Ministerio de Economía, Guido Forcieri.