El embajador australiano respaldó el plan de reformas que intentará implementar el Gobierno argentino. Dijo que no sirve “copiar y pegar” pero “vale la pena mirar la experiencia australiana”.
Las elecciones todavía no pasaron, pero las reformas económicas que el Gobierno espera implementar después de los comicios del próximo 22 ganan cada día más espacio en la agenda con opiniones a favor y en contra. En ese contexto, Australia es un caso que la administración macrista pone como modelo a seguir a partir de su despegue en los 80 y el embajador australiano en la Argentina, Noel Campbell, considera que vale la pena mirarlo.
“Me asusta un poco cuando la gente habla del modelo australiano porque no se puede cortar y pegar de un país a otro, no es tan fácil, pero la lógica dice que en dos países con perfiles económicos tan parecidos es casi de sentido común mirar la experiencia australiana”, aseguró Cambpell en diálogo con el programa Sintonía Fina de FM Milenium.
Para el diplomático, la Argentina debe “tomar lo que conviene y dejar lo que no conviene pero el resultado en Australia ha sido un incremento de la productividad y 26 años consecutivos de crecimiento económico”. Según datos del FMI, el PBI per cápita de Australia fue de 52.000 dólares en 2016, mientras que el de la Argentina alcanzó los 12.500 dólares.
“Algo de lo que hicimos tuvo que haber funcionado (para lograr esa expansión ininterrumpida) y por eso vale la pena mirar la experiencia”, subrayó.
En el inicio de los ‘80 Australia estaba en una situación de estancamiento, con un 14% de desempleo y entre 8 y 9% de inflación anual. Estos registros que son aceptables para la Argentina de hoy eran muy elevados para ese país que ya había vivido un proceso de crecimiento significativo luego de la Segunda Guerra Mundial.
“En los ‘70 con la entrada del Reino Unido a la UE y con la crisis del petróleo la economía australiana estaba más floja. Además, durante muchos años tuvimos un fuerte proteccionismo pero los dos partidos más importantes llegaron a la conclusión de que no iba y había que encarar otro modelo”, recordó el embajador.
¿Qué hizo Australia para revertirlo? “Efectivamente muchas de las reformas que se hicieron son las que está queriendo hacer el gobierno argentino. Bajaron los aranceles, eliminaron subsidios, hicieron flotar el dólar australiano, pusieron en marcha un proceso de regulación para hacer más atractivo el país al capital extranjero, hicieron una reforma del sistema de los impuestos, también una reforma laboral y coincidió eso con una diversificación de los mercados de exportación sumando a los destinos tradicionales como Europa y Estados Unidos a nuestro vecindario asiático que empezó a crecer”, enumeró.
El Gobierno de Mauricio Macri prevé llevar al Congreso las reformas tributaria, previsional, fiscal y laboral, aunque esta última en principio solo tendría el formato de un “blanqueo” y la extensión de los acuerdos por sector que ya fueron implementados en el ámbito de los hidrocarburos o las automotrices. Mientras tanto, la CGT se puso en alerta frente a los cambios y este jueves el triunvirato de conducción fue al Senado a entrevistarse con el jefe del bloque del PJ, Miguel Pichetto para reclamarle que no preste consentimiento a ninguna legislación sin el consentimiento de la central.
El embajador reconoció que Australia y la Argentina tienen idiosincrasias distintas, pero remarcó que ambos son “países grandes, de población relativamente chica, descendientes de inmigrantes, y con recursos, así que vale la pena” ver el modelo oceánico.
El punto de partida fue un gran acuerdo entre los principales partidos, el laborista y el liberal, para llevar adelante el plan. El artífice fue nada más y nada menos que quien había sido el jefe de la “CGT” australiana años antes, Robert “Bob” Hawke, constituido en primer ministro entre 1983 y 1991 por el partido laborista.
Hawke “pudo traer a los sindicatos a la mesa de negociación y fue súper importante para llegar al consenso nacional”, subrayó Campbell. Entre los acuerdos alcanzados, se decidió poner límites a las alzas de sueldos y paralelamente se creó un sueldo social y se abrió la economía, favorecida por el boom de los Tigres asiáticos.
En ese sentido, el embajador señaló que aún hoy esa es una oportunidad para la Argentina y remarcó que por ese andarivel también se optimizará el vínculo bilateral.
“La relación es muy buena pero no ha alcanzado su potencial. Es mi trabajo fortalecer las relaciones comerciales que podrían ser mejores. Mi mensaje es mirar Australia no como un mercado en sí mismo sino como plataforma a ese mercado gigantesco que son los países del Asia – Pacífico, una región de 4 mil millones de bocas que buscan comida. Si uno les pregunta a China o India cuál es el desafío más grande en los próximos 30 o 40 años van a decir que no es la proliferación nuclear, es la seguridad alimentaria”, concluyó.
Para escuchar la entrevista completa hacé click acá: http://www.ivoox.com/21297533