La Justicia evalúa un expediente de la Unidad de Información Financiera que también revela conexiones societarias entre familiares y ex colaboradores del ex jefe de Gabinete. Habría realizado operaciones en un total de 19 millones de pesos.
Según publica Clarin, la Justicia investiga por supuesto lavado de dinero a un grupo de empresas que hicieron operaciones millonarias y que tiene vínculos societarios indirectos con Aníbal Fernández y sus familiares.
En caso de confirmarse la información, el ex jefe de Gabinete K realizó gastos por 19 millones de pesos con una tarjeta de crédito corporativa de la Confederación Argentina de Hockey sobre Césped (CAH). En la última declaración jurada de bienes que presentó como funcionario en 2015, ratificó tener un patrimonio total de 4.466.503 pesos, aunque ese grupo de empresas hizo operaciones de compraventa de inmuebles, títulos públicos y vehículos por cifras mucho mayores.
Fernández negó tener testaferros o entidades controladas por tercerose insiste que con la tarjeta de la CAH “no recuerdo haber gastado un centavo, a lo sumo algún pasaje aéreo y gastos de hotel para acompañar a las selecciones”.
Fuentes judiciales revelaron a Clarín que un informe de la Unidad de Información Financiera (UIF) y otras pruebas indican cómo su actual pareja, Silvia Zavala, su ex esposa María del Carmen Barreiro, su hijo Facundo y ex funcionarios de sus equipos en el Gobierno habrían participado de supuestas maniobras de lavado de dinero. El informe y las nuevas pruebas fueron incorporados recientemente a una causa en que el juez federal de Lomas de Zamora y el fiscal de La Plata Guillermo Ferrada quienes investigan al ex candidato a gobernador bonaerense por supuesto enriquecimiento ilícito. El fiscal había pedido a la UIF –que dirige Mariano Federici- un informe de operaciones financieras sospechosas de 29 personas y empresas vinculadas al ex funcionario. La causa se inició por un anónimo cuando a Aníbal le robaron un Audi y un fiscal quería saber si estaba declarado en su patrimonio y luego fue ampliada por distintas denuncias de la diputada Elisa Carrió con el asesoramiento de Mónica Frade.
Un capítulo aparte son los gastos con una tarjeta de crédito American Express que la CAH autorizó a Aníbal Fernández en su carácter de ex presidente de esa asociación entre el 2013 y 2016. Siempre según las fuentes, esa tarjeta registró consumos por más de 14.625.000 y anticipos de pagos por otros 4.900.000 pesos entre el 2013 y 2016. Según las fuentes, por ejemplo en julio de 2015 registra «un pago de 186 mil pesos» y él figura como «el único autorizado a usarla». En el informe solo se enumeraron consumos relevantes de más de 40 mil pesos. Otro punto llamativo es que siguió usando esa tarjeta en el 2017 cuando ya había renunciado luego de que en el mundial de Londres las Leonas se negaron a saludarlo.
Para la UIF resulta llamativo que la empresa Laveco le haya comprado dos parcelas de terreno a Aníbal por 100 mil dólares y sea contratista del Estado. Los dueños de esta empresa a su vez conforman las firmas Quitral Com y Route SA. Todas tienen domicilio en Reconquista al 300 en Bernal, fueron creadas por la misma escribana y serían “empresas en marcha”, es decir constituidas recientemente.
Por otra parte, Aníbal entregó células azules a su hijo Facundo, a su ex esposa Barreiro y a dos empleados del Senado de la Nación Octavio Moscatelli y Héctor García para manejar un Audi Q3, una Toyota Hilux, un Volkswagen Tiguan y un Audi A4. A su vez, Barreiro registra 6 operaciones inmobiliarias en los últimos 4 años por más de “3.700.000 pesos”, una de ellas en el fideicomiso Puerto Madero Siete.