El ex ministro de Planificación se entregó ayer en Comodoro Py luego de que el Congreso aprobara su desafuero.
Julio De Vido pasó la noche en el penal de Ezeiza, luego de quedar sin fueros en el Congreso como diputado nacional y entregarse en tribunales federales de Comodoro Py.
Minutos después de ser votado el desafuero, gendarmes ingresaron a la vivienda del ex funcionario en Palermo, pero el exministro de Planificación, de 67 años y padre de cinco hijos, no estaba. En ese lapso se entregaba en el Palacio de Tribunales.
Al atardecer arribó a la cárcel de máxima seguridad de Ezeiza, en un convoy de vehículos policiales y bajo un fuerte operativo de seguridad. Allí fue alojado luego de una serie de chequeos médicos que se realizó en la unidad hospitalaria del penal.
LAS CAUSAS:
El superministro del kirchnerismo tenía dos pedidos de arresto: fue procesado con prisión preventiva debido a la compra de buques con gas natural licuado; y otro expediente lo culpaba por manejos irregulares en la construcción de la mina de Río Turbio.
En la primera, De Vido fue procesado por las contrataciones de buques con gas natural licuado por los que se llegaron a pagar 15 mil millones de dólares con un desvío cercano a USD 6.900 millones entre los años años 2008 y 2015. La decisión fue tomada por el propio Bonadio, quien pidió a la Cámara de Diputados el desafuero del exministro de Planificación y dispuso además la “inmediata detención” de Roberto Baratta, ex mano derecha de De Vido en el Ministerio. Además, ambos fueron embargados por $ 1.000 millones.
Por la otra causa, el ex funcionario está acusado por la malversación de fondos públicos para distintas obras en esa localidad de Santa Cruz de unos $26.000 millones entre los años 2006 y 2016; además, se calcula que hubo un desvío de $265 millones hacia otros fines de los previstos.