Si bien en 2017 se sancionó una ley que busca darle un marco regulatorio, el uso médico de la planta de marihuana sigue siendo tema de debate en la Argentina.
Mientras que en el mundo algunos países han optado por despenalizar la aplicación médica del cannabis para el tratamiento de enfermedades, y otros han optado por legalizar el uso recreativo de la marihuana, en Argentina aún se debate sobre las propiedades de la planta y los usos que se le podrían dar a nivel medicinal.
Si bien en 2017 se sancionó en el país la ley 27,350, que tiene como objeto brindar «un marco regulatorio para la investigación médica y científica del uso medicinal, terapéutico y/o paliativo del dolor de la planta de cannabis y sus derivados», los problemas para quienes intentan hacer uso de la planta no han sido saldados.
En diálogo con el programa radial ‘Ventana Abierta’, que se emite por Milenium, Silvia Kochen, investigadora del CONICET y neurocientífica, explicó la situación que se vive en el país tras la sanción de la ley . «Fue impulsada por los grupos de familiares de pacientes que empezaban a usar cannabis medicinal. Tenía una serie de puntos por los que durante el gobierno de Cambiemos se perdió, por pocos votos. Salió modificada pero se aceptó. Luego se hace la reglamentación. Esa reglamentación le quitó el espíritu», expresó, y añadió que desde el CONICET «se está intentando modificar la reglamentación de la ley para generar una situación de legalidad, que hoy no existe, y garantizar la seguridad de la población que está utilizando el cannabis con fines medicinales».
Kochen se refirió también a la importancia de la planta de cannabis en pacientes clínicos, destacando que «está ofreciendo soluciones terapéuticas a pacientes que no tenían una alternativa mejor. La presencia de efectos adversos es muy baja, el costo también es accesible», aunque aclaró que en la actualidad «sigue vigente la autorización que había del gobierno anterior, de importar solo a precios exorbitantes el cannabis medicinal. Sale mucha plata… y no tiene diferencia con lo que pueda hacer un cannabicultor acá»
A la hora de comparar la situación nacional con la del resto del mundo, la neurocientifica destacó los recursos con los que cuenta la Argentina, pero se mostró preocupada por la lentitud de los avances en cuanto al tema. » Estamos preocupados por que Argentina, teniendo los recursos que tiene, no se quede atrás de esto que está pasando en el mundo y muchos países vecinos. Uruguay, Chile, Colombia, Ecuador… En Estados Unidos en este momento cada vez más estados están haciendo uso del cannabis medicinal», dijo.
Por último, en cuanto a los usos globales que se le da al cannabis, Kochen aclaró que «ayuda en el tratamiento del dolor. En el caso de los pacientes con cáncer, que hacen quimioterapia… he visto también en algunas poblaciones el uso en niños con autismo. Y hay un montón de investigaciones que se están haciendo, como en demencia, parkinson…», y cerró: «Cuando yo digo que nos interpela el cannabis, una de las cuestione que tiene es esto. Las bondades terapéuticas, la facilidad en la accesibilidad…».