La Ciudad tiene una ocupación plena de camas de UTI en el sector privado y del 80% en hospitales públicos.
El sistema sanitario de la Ciudad de Buenos Aires se encuentra «cerca del colapso», con una ocupación plena de camas de terapia intensiva en el sector privado y del 80% en los hospitales públicos, lo que llevó a las autoridades a suspender las operaciones que no son urgentes y encendió luces de alarma por la «falta de recursos humanos» para atender a los pacientes afectados por la segunda ola del coronavirus.
Así lo advirtieron distintas fuentes del sistema sanitario porteño, tanto de las clínicas y sanatorios privados como de la red de hospitales públicos, en donde se comenzó a disponer de otros espacios dentro de las instituciones para sumar camas de cuidados intensivos, como parte de una reorganización de urgencia ante el pico de la pandemia en el distrito, que esta semana llegó a 3.560 casos diarios.
En ese marco, coincidieron en la necesidad de «aplanar la curva de contagios» de Covid-19 en los próximos días, mientras aguardan el impacto positivo de las restricciones a la circulación establecidas por el Gobierno nacional en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), en tanto que algunos de los consultados reclamaron por una profundización de las medidas para contener la suba de casos.
Desde la Asociación de Médicos de la Actividad Privada (AMAP) informaron a Télam que la ocupación de camas en las 66 clínicas y sanatorios privados de la Ciudad oscila entre el 95% y el 100%, por tercera semana consecutiva, y alertaron sobre la apertura de nuevos espacios dentro de las clínicas y sanatorios «para abrir camas críticas atendidas por médicos residentes que no están capacitados».
«Si no se aplana la curva pronto, va a convivir esta situación de saturación de pacientes Covid con las patologías características de invierno y no se va a dar abasto», remarcó el prosecretario gremial de la entidad, Fernando Araneo.
El presidente de la Fundación Sanatorio Güemes, Mario Lugones, aseguró que el sistema sanitario está «cerca del colapso» y si bien sostuvo que tanto en la Ciudad como en la provincia de Buenos Aires se agregaron camas para la atención de pacientes, indicó que eso tiene un límite porque «no hay suficientes terapistas y falta el recurso humano».
«Hoy tenemos terapias intensivas manejadas por cirujanos», detalló e insistió con que lo fundamental ahora es «bajar la curva de contagios»; en tanto que sostuvo que «estamos en guerra contra un virus», por lo que llamó a «mantener el distanciamiento social, ponerse tapabocas, lavarse las manos, seguir vacunándonos y necesitamos que la gente deje de circular».
En la red pública de hospitales, en tanto, la ocupación de camas de terapia intensiva en el sector público alcanzó este sábado el 79,7%, de acuerdo al reporte del Ministerio de Salud porteño, que precisó que de las 450 camas disponibles para pacientes graves, unas 359 están ocupadas, por lo cual quedan disponibles en la Ciudad 91 lugares.
«En el hospital Muñiz tenemos una situación bastante complicada. Estamos al 100% de las camas ocupadas en terapia intensiva. Ni el año pasado tuvimos estos niveles», señaló Eleonora Cunto, jefa del área de cuidados intensivos del centro asistencial de Parque Patricios, el cual junto al Argerich, Santojanni y Fernández forman parte de las instituciones públicas que concentran la atención de pacientes con coronavirus.
Al respecto, Jorge Gilardi, presidente de la Asociación de Médicos Municipales de la Ciudad de Buenos Aires, reafirmó que «los cuatro hospitales del anillo rojo tienen un alto grado de ocupación» y acotó que «las camas de terapia intensiva se están tensionando mucho tanto el el sistema público como el en privado».
«Hay problemas con los equipos de salud porque falta personal especializado para cubrir la necesidad de exigencias en terapia intensiva», subrayó.
Con este escenario, el Gobierno porteño suspendió por 30 días las cirugías en clínicas y sanatorios privados y las internaciones en los hospitales públicos para priorizar la atención de pacientes con coronavirus, ante el recrudecimiento de contagios.