EL Presidente aclaró que el objetivo del acto que compartió en La Plata con la vicepresidenta, fue «disipar dudas» y «terminar con lo que intentan instalar» sobre una supuesta ruptura en el vínculo entre ambos.
El presidente Alberto Fernández aseguró hoy que el objetivo del acto que compartió en La Plata con la vicepresidenta, Cristina Kirchner, fue «disipar dudas» y «terminar con lo que intentan instalar» sobre una supuesta ruptura en el vínculo entre ambos, a la vez que afirmó que no la va a «defraudar».
«El acto se le ocurrió a (el gobernador bonaerense) Axel (Kicillof) y me pareció una mayoría. Sirve para disipar dudas, para los que quieren vernos separados, divididos», sostuvo el mandatario.
En declaraciones radiales, el jefe de Estado insistió en que fue «para terminar con lo que intentan instalar».
«Si hablo con Cristina, los diarios dicen que soy un títere, que hago lo que me manda; si no hablo, hay una crisis institucional, estamos peleados, no funciona. No sé qué quieren. Hablamos cuando tenemos que hablar. Nos conocemos hace muchísimos años. Fue muy feo estar peleado con ella: me sentí mal esos años. Nada va a quebrar mi amistad con ella: ni aunque ella lo dispusiera», destacó, al tiempo que se definió como «un kirchnerista crítico».
Y añadió: «Vivimos en los últimos meses un debate inusual: pasamos de que Cristina se metía en todo a que no me hablaba.
Le agradezco siempre a Cristina la confianza que depositó en mí y no voy a defraudar a ella ni a ninguno de los que nos votaron».
Asimismo, también aprovechó para cuestionar, sin nombrarlo, a su antecesor, Mauricio Macri, y reivindicó a la política como «el instrumento ideal para cambiar la realidad».
«Desde hace unos años estamos viviendo, porque los medios también lo imponen, esta idea del político no político, de los que no vienen de la política, como si venir desde la política fuese un hecho contaminante: yo me reivindico como político, reivindico a la política. Los no políticos nos han dejado unos resultados horribles».
Por otra parte, el mandatario reconoció que la pandemia de coronavirus «efectivamente trajo más pobreza: se pasó de 40 a 44 puntos».
«También es cierto que la UCA dijo que si el Estado no hubiera estado presente, la pobreza sería 10 puntos más alta y la indigencia en vez del 10 por ciento sería del 27», destacó. Y añadió: «Aún en pandemia hicimos muchísimo».
Al respecto, el Presidente también se refirió a la comunicación del Gobierno, que ha recibido críticas dentro del oficialismo.
«No me animaría a decir que hay una mala comunicación, que por ahí la hay: lo que sí siento es que nuestros instrumentos de comunicación son muy débiles frente a los enfrentados. Yo hablo y ellos tienen una capacidad de vociferar mil veces superior a la mía», manifestó.
Finalmente, Alberto Fernández se refirió a la situación epidemiológica del país frente a la pandemia de coronavirus y subrayó que «hay que andar con cuidado con esto de la pandemia: la gente se relaja mucho, pero el problema no pasó».