Antes de la firma del acuerdo con el FMI, el presidente de la Nación pidió cambios en la estructura financiera mundial, que según él «marca los desequilibrios y no acompaña a la economía real y mucho menos a la justicia social».
En el marco del Foro Mundial para una Recuperación Centrada en las Personas, organizado por la Organización Internacional del Trabajo (OIT), el jefe de estado realizó una crítica a la arquitectura financiera internacional. «Hoy es la que marca los desequilibrios y no acompaña a la economía real y mucho menos a la Justicia Social», expuso.
Al hablar de este modelo, Fernández citó al secretario general de las Naciones Unidas, Antonio Gutérres: «En su intervención nos habla de la necesidad de la Reforma de las Finanzas Globales sosteniendo que el sistema financiero mundial está ‘moralmente en quiebra, favorece a los ricos y castiga a los pobres’. Tiene razón. Es imprescindible que los créditos internacionales no condicionen los procesos de desarrollo en crecimiento, equidad y Justicia Social».
En esa línea, continuó: «De una vez por todas el trabajo de calidad debe posicionarse en el centro de las políticas económicas, productivas, financieras y comerciales. Depende de todos nosotros, avanzar en forma coordinada con propuestas concretas que mejoren la situación social de nuestros pueblos».
Desde la Residencia de Olivos, Alberto Fernández también se refirió las negociaciones que el Gobierno lleva adelante con el Fondo: «Hemos preservado los derechos de los trabajadores y de los grupos más vulnerables, pero también al capital productivo, estableciendo las condiciones para una estabilidad financiera que propicie la tranquilidad de los negocios y las inversiones necesarias para crecer».