El jefe de Estado manifestó que «decían que yo era un títere», pero fue «el único que enfrentó a Cristina».
El presidente Alberto Fernández enfrente las ultimas semanas en su cargo y tras los resultados electorales, donde se conoció la victoria del opositor Javier Milei, reapareció de manera pública.
En una entrevista para El Observador, con el periodista Oscar González Oro, el jefe de Estado analizó sus cuatro de Gobierno, donde adimitió que faltó mejorar los ingresos y combatir la inflación, aunque aseguró que le faltó “un poco más de suerte porque el mundo se complotó en mi tiempo”.
Por esa línea, remarcó que “no tuvo ninguna responsabilidad” respecto de la deuda con el Fondo Monetario Internacional y que todo lo hizo Macri.
Además, habló sobre su relación con Cristina Kirchner. “No es que en la coalición alguien no ha sido escuchado, eso es mentira. Lo que es verdad es que alguien no fue obedecido, pero hay momentos en que el presidente decide y no debe obediencia a nadie. Por un lado me piden que sea obediente pero por otro lado me dicen que tenga la lapicera. Ahora, cuando la lapicera firma algo que no les gusta…”, sostuvo.
Las declaraciones de Fernández se dan a modo de respuesta a los dichos de la vicepresidenta, quien había remarcado que eran «públicas y notorias las diferencias que hemos tenido (con Alberto Fernández) desde el 2020… cuando dije que era necesario alinear precios, salarios, tarifas y jubilaciones, pero no fui escuchada”.
“Me causa gracia porque los medios argentinos me decían que yo era un títere, pero resulta que el títere es el único que termina enfrentado a Cristina. Muy títere no era entonces. Y la queja de que no me escuchan, no es que no escucho, además me lo dicen por escrito. Oir escucho, lo que pasa es que no siempre estoy de acuerdo. Yo la verdad quería a la Argentina subirle la vara a un montón de cosas”, remató.
Asimismo, resaltó que “confunde las cosas. Escuchar fue escuchada. Fue escuchada, fue leída, pues mandaba cartas y hacía declaraciones. Y además la escuchaba en privado. Lo que es verdad es que no la obedecía en todo lo que ella hubiera querido que la obedezca, pero no era mi misión obedecerla».