El país era miembro de este foro que presiona a Venezuela. Así, toma distancia de Brasil, Chile y otras naciones sudamericanas.
La Argentina oficializó su salida del Grupo de Lima y explicó que la decisión se tomó por diferencias con el trato que ese bloque le dio a la situación de la crisis de Venezuela, que “no ha conducido a nada”.
De esta forma, el Gobierno de Alberto Fernández tuvo un gesto de acercamiento a la administración de Nicolás Maduro, y ratificó que su intención es trabajar para “encaminar soluciones pacíficas, democráticas y respetuosas de la soberanía y de los asuntos internos de cada Estado”. “En el día de la fecha, la República Argentina formalizó su retiro del denominado Grupo de Lima, al considerar que las acciones que ha venido impulsando el Grupo en el plano internacional, buscando aislar al Gobierno de Venezuela y a sus representantes, no han conducido a nada”, subrayó Cancillería.
Por otro lado, señaló “la participación de un sector de la oposición venezolana como un integrante más del Grupo de Lima ha llevado a que se adoptaran posiciones que nuestro Gobierno no ha podido ni puede acompañar”. “Una vez más, reiteramos que la mejor manera de ayudar a los venezolanos es facilitando que haya un diálogo inclusivo que no favorezca a ningún sector en particular, pero sí a lograr elecciones aceptadas por la mayoría con control internacional. Es claro que no pueden las autoridades venezolanas desconocer, sin embargo, que producir las condiciones para un diálogo que resulte productivo es primordialmente su responsabilidad”, expresó la Argentina.
Al comunicar la decisión de retirarse del bloque, Cancillería agregó: “Con este espíritu, la Argentina continuará sosteniendo su compromiso con la estabilidad en la región, y buscará encaminar soluciones pacíficas, democráticas y respetuosas de la soberanía y de los asuntos internos de cada Estado”. El Grupo de Lima está integrado por Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Guatemala, Honduras, Paraguay y Perú.
Durante el gobierno de Mauricio Macri, la Argentina había tenido fuerte protagonismo en el grupo, ya que la postura de Juntos por el Cambio fue aceptar a Guaidó como presidente de Venezuela, algo que se modificó con la llegada al poder de Alberto Fernández.