El Gobierno chino aisló a 56 millones de personas para intentar frenar el brote y mandó a construir un nuevo hospital, que estará listo en 15 días.
La Comisión Nacional de Salud de China presentó este viernes un nuevo reporte sobre las cifras que ha dejado el brote del coronavirus en su territorio, hasta el momento, con 41 muertos y 1.297 casos confirmados.
El Gobierno del gigante asiático aisló a 56 millones de personas para intentar frenar el brote y mandó a construir un nuevo hospital, que estará listo en 15 días.
Las autoridades sanitarias organizaron seis equipos médicos que suman 1.230 trabajadores con el objetivo de contribuir a frenar la propagación del virus y tratar a los infectados en Wuhan, capital de la provincia de Hubei, con 11 millones de personas y cuyos servicios de transporte fueron suspendidos el pasado jueves.
Wuhan prohibirá -a partir de mañana- la circulación de vehículos en el centro de la ciudad, y permitirá solo el tránsito de servicios gubernamentales y vehículos con permiso especial para priorizar el transporte de suministros y personal médico.
Entre otras medidas relativas al transporte, las autoridades también decretaron que, a nivel estatal, se coloquen en cuarentena inmediata los vehículos públicos en los que se detecten pasajeros sospechosos de estar contagiados por el virus para proceder a su aislamiento y esterilización.
El temible coronavirus chino se instaló además en Europa, con tres casos confirmados en Francia según anunció el viernes la ministra de Salud, Agnès Buzyn. Durante un encuentro con la prensa en el ministerio de Salud, la funcionaria explicó que el primer paciente de origen chino, tiene 48 años, viajó recientemente a Wuham por asuntos profesionales, mientras que del segundo afectado apenas mencionó que se encuentra ingresado en aislamiento en París, en el hospital Bichat. No hay información sobre el tercero.
El hombre de Burdeos acudió ayer, jueves, a consulta médica por los síntomas y fue ingresado de inmediato en una habitación aislada, tras haber estado en contacto con alrededor de una decena de personas.
“Es probable que haya otros casos ya en Europa”, señaló Buzyn, quien calificó la epidemia de “un fuego que hay que circunscribir”.