El ministro de Cultura de la Nación habló sobre la denuncia que recibió por haberse quedado con plata del Estado. También negó que existe una persecución política contra funcionarios kirchneristas.
Pablo Avelluto es periodista y editor pero desde 2015 es el Ministro de Cultura de la Nación. En una charla distendida con Fernando Carnota en Carnota 910 por Radio La Red contó cómo fue llegada a Cambiemos. En un almuerzo conoció a el actual jefe de Gabinete, Marcos Peña y le ofreció ser parte del PRO. En esa charla, Avelluto recordó que le preguntó si “estaban seguros que iban a ganar en 2015” y con convicción “Peña me dijo ‘nosotros vamos a ganar’” y fue ahí donde “me di cuenta que era un lugar de gente convencida e inteligente”.
De igual modo, el ministro reconoció que “si Cambiamos no existiera no estaría en ningún otro partido político”. También manifestó que más allá de pertenecer a esta ideología política si bien algunos “han tomado distancia”, para él es “importante hablar con la gente que no es a fin a Cambiemos, pero no con la idea de convencernos sino de entender sus argumentos”, destacando así el diálogo como foco fundamental de un crecimiento de aprendizaje para el futuro.
Entrando en el terreno del dialogo que en los últimos días fue lo que quedó demostrado que falta en el país, el también periodista sostuvo que “en este Gobierno se trabaja en equipo” y remarcó que en “la última reunión de gabinete después de los episodios violentos fue una reunión muy interesante porque todos expusimos nuestro punto de vista”. Y agregó que “Mauricio Macri está muy encima de los proyectos”.
Avelluto subrayó que la ilusión de Cambiemos es “volver al pasado” y poder arreglarlo, pero si bien eso podría ser imposible, lo que sí se puede hacer es “cambiar desde ahora para adelante”. Y fue ahí donde hizo referencia a la grieta y violencia con la que se vive en el último tiempo en el país. Si bien dijo que “cuando hay afecto, un marco de respeto recíproco, la grieta se achica” también opinó que para algunos “la grieta es un principio de identidad”. Y añadió que su preocupación también es “la falta de repudio a la violencia política”.
Analizando el accionar de la justicia sobre la corrupción en los últimos años donde están implicados muchos funcionarios kirchnerista, negó que haya una persecución política: “Estamos viendo cómo la justicia está trabajando de manera independiente”. Rechazó la idea que el Gobierno “maneja la Justicia” y reconoció que “muchas veces la justicia ha tomado decisiones que no eran las que el gobierno hubiera preferido”.
En cuanto a los posibles casos de corrupción que pueden existir en el actual Gobierno, Rodolfo Tailhade, denunció al propio ministro de haber se quedado con plata del Estado en un festival, sin embargo, el periodista afirmó que “jamás robé plata pública”. “Hay plata mal gastada pero no siempre lo que gasta el Estado se va por la corrupción. A veces sí, y me encargué de córtale el negocio a varios”, remarcó.
Ante este panorama de denuncia en su contra, reconoció que “me dio mucha vergüenza. Me pareció injusto. Aunque me dijeron que esto es muy normal en la política. Me sentí muy mal, pero entregué toda la documentación al juez Sebastián Casanello”.
