Se trata de otro de los rugbiers complicados en la causa por el crimen de Fernando Báez Sosa. Se sorprendió porque la víctima tiene «ADN» suyo en «la uña del dedo meñique».
Después de la corta declaración de Lucas Pertossi, pidió la palabra el rugbier Blas Cinalli que en todo momento manifestó que «nunca» le pegó «a Fernando».
«Yo en ningún momento le pegue a Fernando Báez Sosa, supongo que con quien tuve en el encuentro dentro del boliche no sé, capaz fue él. En ningún momento le pegué, veo que dicen que él tenía ADN mío en la uña del dedo meñique», expresó. Luego del testimonio se le pidió que con un puntero señale el video en donde estaba al momento del ataque.
Luego de una breve explicación, Blas Cinalli pidió exhibir un video donde el querellante Fernando Burlando los trató de “cobardes” “energúmenos” y otras calificaciones a ellos y sus familias, y por eso justificó que no le iba a responder preguntas a la parte querellante.
El fiscal Juan Manuel Dávila le preguntó si en la secuencia de lo que sucedió vio a algún chico con el torso desnudo (en referencia a Báez Sosa, ndr) y Blas dijo que “no”. También le preguntó por su proximidad con la víctima: “pude haber estado ahí pero no lo recuerdo”, y también le preguntó sobre la ubicación de otros de sus amigos, también imputados, y nunca respondió ya que sólo dijo iba a hacerlo respecto a su persona y nadie más.
“Salí por mi cuenta del boliche nos quedamos discutiendo con los patovicas en la puerta, y en un momento ingresan y se van. Al lado mio empieza una pelea, veo a un amigo contra otro chico, ahí aparece policía, veo que un amigo se iba a sentar en un sendero, nos quedamos boludeando con el celular y veo empiezo a escuchar gritos y veo tumulto de gente y reconozco a uno de mis amigos que estaba en un tumulto, me paro y veo, y a un amigo mío lo estaban agarrando de la cintura para llevarlo a la parte de atrás de un auto, lo sigo a mi amigo porque pensé que lo iban a tirar, y cuando llegué al lado de él, veo que lo agarraron del pie porque lo querían tirar, lo suelta a él y me agarra a mi”, describió.
“Me iba a tirar, cuando lo logro zafar le pego una patada y lo deje ahí y que seguían gritos. Del otro lado del auto escucho gritos como que también se estaban peleando, pero voy y no veo a nadie, y regreso donde estaba, ahí veo que el chico no tenía intenciones de seguir peleando y me fui”, dijo, en referencia por las imágenes que se conocen en la causa no a Fernando Báez Sosa, sino a un amigo de éste.
“Yo en ningún momento le pegue a Fernando Báez Sosa, supongo que con quien tuve en el encuentro dentro del boliche fue él, pero no se, capaz fue él. En ningún momento le pegue, veo que dicen que él tenía ADN mio en la uña del dedo meñique”, trato de aclarar Cinalli, ya que había dicho que en Le Brique se “agarró” con un chico.
Mientras Cinalli declaraba, cada vez más fuerte desde el exterior y por las ventanas a la puerta principal de la sala, se filtraban los gritos de una multitud que gritaba “Justicia” y “asesinos”, y desde el público madres y padres de los acusados lloraban algunos y otros agachaban la cabeza.
Cinalli siguió relatando que la policía cayó en la vivienda que alquilaban a pocas cuadras de Villa Gesell y que el mensaje que él envió a amigos suyos vía chat horas más tarde en el que les informaba “matamos a uno” fue porque vecinos del lugar decían que un chico había muerto frente a Le Brique luego de una pelea.
“¿Por qué dice que fue una pelea si a usted sólo lo agarraron del pie?”, preguntó la fiscalía. “Porque fue una pelea, si le pegan a un amigo suyo o me agreden, es una pelea”, respondió Cinalli.
Blas Cinalli aceptó todo tipo de preguntas de la fiscalía y el fiscal Dávila le preguntó “de qué hablaron” tras el incidente cuando fueron a la casa pero que él “no recuerda muy bien” de qué iba hablando el grupo.
Fuente: NA