El gobernador chaqueño cuestionó a la ONG por ocuparse «sistemáticamente de agredir a los gobernadores del norte argentino» y la tildó de «sicaria mediática sin ningún sustento».
El gobernador de Chaco, Jorge Capitanich, destacó hoy que, «en los últimos años, Chaco presenta una continua reducción del número de hectáreas desmontadas» de bosques en la provincia y se defendió de acusaciones que realizan Greenpeace y otras organizaciones, a las que señaló como «verdaderas sicarias mediáticas sin ningún sustento«, «financiadas por grupos de interés político».
Así lo expresó a través de una serie de mensajes que emitió a través de la red social Twitter , en los que aseguró que la ONG Greenpeace es «brazo político del macrismo devastador en la Argentina» y «se ocupa sistemáticamente de agredir a los gobernadores del norte argentino«, en particular a él mismo.
«Son verdaderos sicarios mediáticos sin ningún tipo de sustento«, aseveró Capitanich, quien anticipó que recurrirá a la justicia frente a «todas las injurias, calumnias y campañas de desprestigio» por parte de estas organizaciones a las que señaló como «financiadas por grupos de interés político» abocados a «mancillar la gestión de gobierno» que lleva adelante en la provincia.
Capitanich salió así a responder a una campaña organizada por Greenpeace en la cual se lo cuestiona por su política en torno a los desmontes en la provincia.
«Los desmontes ilegales constituyen acciones monitoreadas y denunciadas por nuestro Gobierno y existe un impedimento legal para desmontar en Chaco desde hace tres años«, aclaró Capitanich.
«Sin embargo, de la escasez de fondos que debemos enfrentar las provincias del norte argentino a la hora de proteger los bosques no dicen nada«, apuntó Capitanich, a la vez que sostuvo: «Nos condenan a la exclusión y la pobreza pues jamás apoyaron las iniciativas de compensación para quienes protegemos el bosque nativo».
Esta mañana, la organización Greenpeace realizaba una protesta frente a la Casa de la Provincia de Chaco, ubicada en la avenida Callao 322 del centro porteño, en rechazo a lo que denuncian como el «desmonte de un millón de hectáreas«.
Capitanich sostuvo desde sus redes que convocó a la ONG a «plantear alternativas de producción sostenible y se han negado sistemáticamente, porque su negocio es justamente la crítica infundada sin propuesta«.