Dos años y medio atrás, el asistente informático del fiscal fallecido declaraba como testigo del hecho.
Después de dos años y ocho meses de una investigación cambiante que estuvo a cargo de distintos jueces y en el que las pericias marcaron resultados erráticos, Diego Lagomarsino se debe presentar este martes ante el juez federal Julián Ercolini y el fiscal Eduardo Taiano para ser indagado como acusado de participar del «plan criminal», que se efectuó en el departamento de Alberto Nisman.
El fiscal lo acusó la semana pasada de ser partícipe primario del delito de homicidio por haber llevado al complejo Le Parc el revólver con la que murió el fiscal que investigaba el atentado a la AMIA. En un dictamen de 1087 páginas, Taiano consideró que el informático aportó un «arma amiga» para montar una escena de suicidio.
No lo acusó de ser el autor del crimen porque no hay pruebas para eso. Aunque, la segunda etapa de la causa será dar con el o los autores materiales y con los intelectuales. «Va a ser muy difícil», sostienen los investigadores.
La Fiscalía tiene previstas unas 150 preguntas para Lagomarsino que abarcan desde cómo comenzó a trabajar con Nisman hasta consultas sobre el allanamiento que se realizó en su casa la semana pasada. Tras el pedido de indagatoria, allanaron su domicilio, secuestraron computadores y le puso una tobillera electrónica para controlar sus movimientos.