El megaoperativo es por temor a posibles protestas de grupos mapuches y de izquierda; en el hotel Llao Llao se reúnen ministros de finanzas y de presidentes de Bancos Centrales.
Unos 1.500 efectivos de seguridad, detectores de explosivos, lanchas con alta tecnología, perros de búsqueda y equipos GEOF, conforman el colosal operativo de seguridad que preparó el gobierno en Bariloche para dar inicio a las deliberaciones de la cumbre G20 en el Hotel Llao Llao.
Funcionarios del Ministerio de Seguridad aseguraron que en la zona opera un «comando unificado» con la Policía Federal, Gendarmería, Prefectura y Policía de Seguridad Aeroportuaria para el resguardo de los ministros de finanzas y presidentes de Bancos Centrales de los 20 países más importantes del mundo.
«No se verá en Bariloche un despliegue de seguridad de estas características en muchos años. Ni siquiera como se vio en otras cumbres aquí. Hay que estar prevenidos de todo», explicó un efectivo de seguridad.
El gobierno teme que haya una nueva manifestación de mapuches, dirigentes de la oposición, de la izquierda o sindicatos en contra del Gobierno. La tensión con los grupos aborígenes se profundizó el sábado pasado tras la muerte de Rafael Nahuel, el joven de la comunidad del Lof Lafken Winkul Maipu que se enfrentó con la Prefectura por la toma de tierras de Parques Nacionales en Villa Mascardi.