Se trata de cuatro modificaciones que podrían persuadir a quienes disienten con la iniciativa. Aún no están confirmados
En paralelo a la última jornada de exposiciones en comisión en Diputados, los legisladores que apoyan la legalización del aborto evalúan incluir al menos cuatro cambios en el proyecto para convencer a los indecisos y conseguir la media sanción.
Si bien no están confirmados ya que las negociaciones seguirán aún hasta la discusión en el recinto, programada para el miércoles 13, el primer cambio estaría relacionado a la regulación de la objeción de conciencia, iniciativa que presentó el oficialismo el año pasado y que en esta práctica, significaría permitir que los médicos puedan negarse a interrumpir un embarazo por convicciines personales o morales.
En el principal proyecto, el de la Campaña por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito no se contempla este punto pero los diputados que impulsan la legalización analizan si habilitar esta opción en situaciones excepcionales para los profesionales que se inscriban con anterioridad en un registro público. Los centros de salud cargarían con la obligación de contar en su plantel con médicos dispuestos a garantizar el cumplimiento de la ley.
Como segunda modificación, se añadirían especificaciones al artículo 8 del expediente que señala que los jóvenes entre 13 y 16 años «tienen aptitud para decidir por sí respecto de aquellos tratamientos que no resultan invasivos, ni comprometen su estado de salud o provocan un riesgo grave en su vida o integridad física».
En caso de métodos invasivos, se agregaría que las adolescentes «deberá prestar su consentimiento con la asistencia de sus progenitores», y que en caso de conflicto entre ambos «se resuelve teniendo en cuenta su interés superior, sobre la base de la opinión médica».
En tercer lugar, se evalúa poner a disposición toda mujer que manifieste su voluntad de abortar, la información necesaria para que tome una decisión informada; lo que no significaría un período de reflexión que afecte el plazo de 5 días como máximo para la realización del aborto desde el momento que la mujer ingresa al centro de salud y decide realizarse la práctica.
Por último, el último cambio estaría apuntado a reforzar las políticas de salud sexual y reproductiva con el objetivo de dotar un enfoque integral y , de esta manera, disuadir a los diputados que sostienen que el fin está en reforzar la prevención en vez de legalizar la interrupción del embarazo.