La Cámara de Diputados aprobó este domingo con un amplio respaldo político el proyecto de ley de reforma del impuesto a las Ganancias, que eximirá de ese tributo a más de un millón de trabajadores y permitirá mejorar el poder de compra de asalariados y jubilados, en una sesión que se extendió por casi 21 horas.
La iniciativa que se giró al Senado se aprobó general por 241 votos que fueron aportados por el Frente de Todos, Juntos por el Cambio y los interbloques Federal, Unidad para el Desarrollo, Acción Federal, Frente de Izquierda y el Movimiento Popular Neuquino.
Se abstuvieron tres diputados de Juntos por el Cambio: Luciano Laspina (PRO), Facundo Súarez Lastra (UCR) y Mónica Frade (Coalición Cívica).
El debate se inició este sábado a la noche, pasadas las 23.30, casi 12 horas después del inicio de la sesión donde la Cámara debatió previamente otras iniciativas y dio sanción al proyecto de reforma del régimen de Monotributo y la Ley de Educación Ambiental, además de la jura de nuevos diputados y pedidos de cuestiones de privilegio de diferentes diputados.
Alrededor de las 23 comenzó -con criterio expeditivo- el análisis del proyecto de reforma del régimen de Monotributo, que contó con apenas tres expositores y que 30 minutos después de iniciada recibió la aprobación unánime de 237 diputados.
Uno de los detalles destacados de la sesión es la presencia en las bandejas del recinto del ministro de Economía, Martín Guzmán, para seguir de manera presencial las exposiciones.
En el inicio del tratamiento, el presidente de la comisión de Presupuesto y Hacienda y miembro informante de la iniciativa, Carlos Heller (Frente de Todos), dijo que «con este proyecto volveríamos a la situación histórica donde solo el 7% de los trabajadores quedarían alcanzados con el impuesto a las ganancias, por lo que estamos hablando de 1.267.000 trabajadores, trabajadoras, jubilados y jubiladas que dejarían de pagarlo».
Otro legislador del oficialismo, Facundo Moyano manifestó que «somos conscientes de las dificultades que atraviesan las administraciones de todos los países del mundo por la pandemia. Por eso es doblemente elogiable que se pueda materializar este beneficio en este contexto».
A su turno, la también oficialista Vanesa Siley, presidenta de la comisión de Legislación del Trabajo, remarcó «la perspectiva de género de este proyecto cuando refiere al reintegro de gastos por guarderías y cuidados que cargan sobre la espalda de muchísimas mujeres trabajadoras. Estamos aplicando perspectiva de género al derecho tributario».
Por el lado de la oposición, el diputado Luciano Laspina, de Juntos por el Cambio, dijo que «Ganancias es un impuesto que se aplica en todo el mundo y es el más progresivo que se conoce», porque «parece que fue un impuesto ideado para los gerentes de las multinacionales y no es así, está hecho para que paguen más los que más pueden pagar».
«Recordemos que en marzo de 2016 se subió el mínimo no imponible, y que en diciembre de 2016 un proyecto de Sergio Massa lo llevaba a las nubes con el apoyo del kirchnerismo», dijo el legislador del PRO.
Por el radicalismo, Luis Pastori, dijo que si bien «se trata de un proyecto mal diseñado, lo acompañamos porque es un alivio temporal, pero no podemos ser hipócritas, los trabajadores que ahora tendrán un beneficio lo pueden perder en muy corto plazo».
Pastori explicó las disidencias de Juntos por el Cambio con el proyecto: «Se genera una doble discriminación: primero discriminando a los que superan esos 150.000 pesos, que pasan de una exención plena a una gravabilidad plena, más allá de las facultades que se le dan al Poder Ejecutivo para alivianar ese salto», alertó.
«La otra discriminación es contra los trabajadores autónomos, los cuales son los grandes olvidados de este proyecto, que quedan exactamente igual, cuando no hay razón alguna que justifique el tratamiento dispar del trabajador autónomo del que lo hace en relación de dependencia», agregó el legislador misionero.
El proyecto -que focaliza la reforma el artículo 30 de la Ley- incrementa la deducción especial a partir del cual se calcula el impuesto a las Ganancias, con el fin de que no paguen ese gravamen los trabajadores que cobren hasta 150 mil pesos brutos.
El costo fiscal de la reforma al impuesto a las Ganancias será de unos $48.000 millones que se financiará con un aumento del consumo y otro gravamen a las empresas, que se comenzará a discutir en las próximas semanas.
En base a los números informados por el oficialismo, la reforma de Ganancias beneficiará a alrededor de 1.267.000 personas, entre trabajadores y jubilados, con lo cual quedarán exentos del pago de este tributo el 93% de los trabajadores.