Los datos surgen del último informe realizado en base a datos oficiales del INDEC y pronósticos del PBI entregados por el Fondo Monetario Internacional. Refleja un crecimiento del 4,2% respecto a las estimaciones de mayo.
Un informe de la UNICEF dado a conocer este miércoles reveló que en la Argentina la pobreza infantil alcanzaría a, al menos, 8 millones de chicos, en una situación crítica que se agravó tras la llegada de la pandemia y la crisis económica generada por la cuarentena.
El informe, que basa sus cálculos en datos oficiales del INDEC y pronósticos del PBI entregados por el Fondo Monetario Internacional (FMI), refleja un crecimiento del 4,2% respecto a las estimaciones de mayo, que preveían un 58,6% de niños y adolescentes sumidos en la pobreza. Con los datos oficiales, se determinó que esa cifra en realidad alcanza al 62,9%.
De esta manera, las cifras elaboradas dentro de la “Segunda Encuesta de Percepción y Actitudes de la Población. Impacto de la pandemia y las medidas adoptadas por el gobierno sobre la vida otidiana de niñas, niños y adolescentes”, dan cuenta que “más allá de la apertura de actividades, de la flexibilización de la cuarentena en parte del país y del programa de asistencia al trabajo y a la producción, hay 2,6 millones de hogares que tienen sus ingresos laborales reducidos”.
”Deben redoblarse los esfuerzos para que ninguna familia en condiciones de vulnerabilidad se quede por fuera de los beneficios”, destacó al respecto la representante de UNICEF en la Argentina, Luisa Brumana, previo a destacar que tanto el IFE como la tarjeta alimentar, que alcanzan al 47 y 36 por ciento de los hogares respectivamente, crecieron en relación a la medición anterior, realizada en abril.
“El coronavirus afecta la vida de los chicos y las chicas de todas las clases sociales, pero en las familias más pobres el impacto es mucho mayor”, explicó además, sobre la situación en barrio vulnerables, Sebastián Waisgrais, especialista en Inclusión Social de UNICEF.
Algo similar ocurre con la pobreza infantil extrema, que se asemeja a la medición de la indigencia. Del 16,3% que se preveía se trepó hasta el 18,7%. En total, los niños y adolescentes en situación de pobreza extrema pasarían de 1,8 millones a 2,4 millones.
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