La ex presidenta rompió el silencio a través de una carta. Criticó sin nombrarlos a Centeno y Uberti, pero le contestó a Gabriel Romero: “Nadie me pagó por firmar un decreto”.
A poco más de dos semanas de haber estallado el escándalo de los cuadernos de las coimas, la ex presidenta Cristina Kirchner rompió el silencio con un largo texto que compartió en su cuenta de Facebook.
“Nunca nadie me pagó por firmar un decreto”, asegura en una parte del texto en referencia a la declaración del empresario Gabriel Romero, quien había admitido ante la justicia el pago de 600 mil dólares por la firma de un decreto en 2010, para que el gobierno K le otorgue la extensión de la concesión de la Hidrovía.
La senadora también repudió la labor del fiscal Carlos Stornelli y del juez Claudio Bonadio, a quienes acusó de un “evidente manejo extorsivo de la figura del arrepentido”, al que consideró “sencillamente escandaloso”.
Sobre pijamas, dormitorios y decretos en la Argentina macrista arrepentida
De acuerdo a su análisis, los funcionarios judiciales cuentan “con el beneplácito de las más altas esferas del Poder Judicial, de los medios hegemónicos de comunicación y de este gobierno que ha provocado que nuestro país se esté cayendo a pedazos en medio de una verdadera catástrofe económica y social”.
Además, Cristina describió como “funcionario de cuarta línea” a Claudio Uberti, el ex integrante del gobierno de Néstor Kirchner que dijo haber visto “repleto de bolsos y valijas con dinero” el dormitorio de la ex pareja presidencial.