Desde las catastróficas llamas en Australia hasta los terribles incendios en la región amazónica: estos son los mayores desastres ambientales producidos por el fuego en los años recientes.
Por Matías Morici
Los incendios forestales han encendido las alarmas en los años recientes por las consecuencias devastadoras para el medio ambiente, las pérdidas humanas y materiales, como también para las economías de las regiones afectadas.
Desde las catastróficas llamas en Australia hasta los devastadores incendios en la región amazónica, a menudo un desastre de estas características se transforma en el foco de preocupación para los gobiernos locales, que deben dar respuesta para evitar que el daño se acreciente.
Algunos de los incendios más destructivos ocurrieron en las últimas décadas, algo que representa un llamado de atención sobre el cuál se deberá trabajar para evitar que el número de casos sigua en aumento.
Los cinco peores incendios de los últimos años
El devastador incendio de Siberia
En 2003, Siberia experimentó uno de los incendios forestales más severos registrados en el mundo en los últimos años con consecuencias ambientales significativas no solo para la región, sino también para el resto del planeta.
Según el Ministerio de Emergencias de Rusia (EMERCOM), entre el 14 de marzo y el 8 de agosto de 2003 se quemaron más de 200,000 kilómetros cuadrados (más de 22 millones de hectáreas) en el sur de Siberia, de los cuales el 71.4% correspondía a bosques.
El desastre provocó decenas de muertos y cientos de heridos. El hecho que mayor conmoción causó fue el incendio en una escuela hecha de madera en el pueblo de Sidibil, Yakutia, en el que murieron 23 personas, incluyendo 22 estudiantes y una maestra. El propio presidente ruso, Vladímir Putin, calificó de «gran tragedia» en aquel entonces al fatal suceso.
Un ecosistema entero se vio arrasado por el fuego, donde la destrucción de hábitats naturales obligó a especies como osos pardos y tigres a desplazarse hacia áreas urbanas en busca de alimento, generando conflictos con las comunidades locales.
El humo de los incendios siberianos alcanzó distancias inimaginables, llegando a afectar la calidad del aire incluso en regiones tan lejanas como el área de Seattle, Estados Unidos, donde se registraron niveles de ozono que excedían los límites establecidos por la EPA, según la Universidad de Washington.
La «Temporada Negra» en Australia
Entre 2019 y 2020, Australia vivió una de las temporadas de incendios más devastadoras de su historia conocida como la «temporada negra». Estos incendios afectaron principalmente a los estados de Nueva Gales del Sur y Victoria, aunque también tuvieron impacto en otras regiones del país.
Se estima que más de 1.000 millones de animales fueron afectados directa o indirectamente por los incendios, incluyendo koalas, canguros, ualabíes y diversas especies de aves y reptiles, según National Geographic.
Se liberaron más de 400 megatoneladas de dióxido de carbono a la atmósfera, superando las 392 que se emitieron durante los incendios que tuvieron lugar en la selva amazónica durante el 2019.
Los incendios causaron la muerte de al menos 27 personas y desplazaron a miles de residentes, a la vez que miles de hogares y propiedades quedaron destruidos.
El ‘Infierno Verde’ del Amazonas
La región amazónica ha sido uno de los blancos históricos para los incendios en los últimos años, sin embargo el más grave ocurrió en 2019, cuando se registraron más de 68.000 focos de incendio entre enero y agosto, afectando extensas áreas de bosques en Brasil y otros países de la zona, según reportó la BBC.
Se perdieron más aproximadamente 2,3 millones de hectáreas de bosque. Brasil fue el país más afectado, con más de 1,5 millones de hectáreas quemadas, representando el 65% del total.
Las comunidades indígenas y locales que dependen y viven en la selva se vieron gravemente afectadas y forzadas a evacuar sus asentamientos, al igual que millones de animales de distintas especies.
Temporada de incendios en Canadá
El Noroeste de Canadá sufrió una gran ola de incendios en 2014 que arrasó gran parte de su territorio, obligando a los pobladores a evacuar sus viviendas que quedaron consumidas por las llamas.
Durante ese año, se registraron 5.045 incendios que afectaron a más de 4,5 millones de hectáreas de terreno, según indicaron desde el gobierno canadiense.
De acuerdo al reporte del Gobierno de los Territorios del Noroeste, el costo total de la lucha contra incendios fue de $56,1 millones de dólares.
El grave antecedente al actual incendio en Los Ángeles, California
El terrible incendio desatado en las últimas horas en Los Ángeles, que obligó a evacuar a miles de personas y que produjo pérdidas materiales innumerables, no fue un caso aislado en su historia.
En 2020 el fuego en California destruyó más de 4 millones de hectáreas de tierra tras registrase casi 10,000 focos de llamas, según el Departamento de Silvicultura y Protección contra los Incendios del Estado norteamericano.
En total Víctimas fatales: en estos incendios, siendo el North Complex el más mortífero con 15 víctimas. A su vez, se reportó la destrucción de 10,488 estructuras, incluyendo viviendas y edificios comerciales.
¿Cuáles son las causas que generan los incendios masivos en distintas partes del mundo?
Uno de los ejes más discutidos se centra en el cambio climático, donde las olas de calor más intensas y prolongadas en combinación con las escasas precipitaciones provocan mayores sequías, haciendo que la vegetación sea más susceptible a prenderse fuego. Este fenómeno ha sido particularmente evidente en las regiones mencionadas como la de California, Australia y la Amazonía.
Aunque no es nada nuevo, también cabe mencionar que en muchos casos el avance de la agricultura por sobre los territorios que fueron tradicionalmente ocupados por la naturaleza se da de una forma ilegal y malintencionada. Es así como la quema de tierras para la agricultura, la ganadería y la expansión urbana es una de las principales causas de incendios en muchas partes del mundo.
En regiones como la Selva Amazónica, se realizan quemas ilegales para despejar áreas para cultivos de soja, pastoreo de ganado y plantaciones de palma aceitera.