El camino es muy largo y desde que falleció Diego Maradona, sus hijas Dalma Maradona y Gianinna no tienen paz, entonces siguen mostrando sus sentimientos en redes sociales. Hoy, Dalma además de apuntar contra todos, compartió una hermosa historia de su padre.
Dalma Maradona contó una historia de su padre Diego Maradona que conmocionó a sus seguidores, Mariana Copland, estuvo internada en la clínica Avril por una profunda depresión tras la ruptura de su novio. En la clínica conoció a Diego que le salvó su vida. ¡Un grande!
«Nada de lo que pueda escribir define quien soy. Mi locura por Messi no se compara con mi fanatismo por Maradona. Pero a mi, Maradona me salvó la vida. En algún momento del 2007 (algún momento es marzo, esas fechas no se olvidan), coincidimos en una clínica de rehabilitación», así comenzaba la historia que compartió Dalma Maradona sobre Mariana Copland y su padre.
Mariana Copland ya se recuperó de la depresión y pudo compartir su historia. «Él por sus problemas de alcoholismo, yo por una depresión espantosa. Pensé, en ese momento que era el peor momento de mi vida. Después, con los años, uno ve el jardín de la casa de los abuelos más chico, la humanidad más grande y el dolor más profundo…no era así».
El relato siguió: «Yo fui internada antes que él. Un mes y medio antes. Cuando él llegó yo empezaba a ver que había algo más. Me ayudó a querer levantarme, jugamos al volley, me apodó ´lapicera veloz´ porque me la pasaba escribiendo. Hasta que un día desaté una crisis horrible».
La joven recordó cómo Diego Maradona le salvó su vida: «Y entre 3 enfermeros para calmar la angustia me ataron a la cama de un primer piso y me dieron una sobredosis de midax. Al otro día me levanté con la mitad del cuerpo paralizada. Era un ente. Babeaba. No podía caminar. Tenía dormida la mitad de mi cuerpo».
Y siguió compartiendo la historia Dalma Maradona: «Después de que mi médico firmara in acta en la que se explicitaba que no podían drogarme sin su consentimiento. Tres días después, los mismos tres enfermeros vinieron a por mi nueva crisis. Pero Diego se paró adelante, abrió los brazos, me hizo casita y dijo: CON LA NENA NO».
«Discutieron varios minutos, yo lloraba hasta que pidió que le trajeran el teléfono para conectar a la ficha del SUM donde todos compartíamos los días. Entonces, me pidió el número de mi mamá y la llamó. Y cuando mamá, harta del dolor de saberme internada lo atendió, él dijo: SEÑORA SOY DIEGO. LA NENA ESTÁ BIEN. si. TRANQUILA, pero mejor que no pase la noche acá», contó Dalma sobre su padre.
Un relato emocionante