El secretario de Industria criticó a los empresarios indicó que «la verdadera solución de fondo a la inflación es la estabilidad macro». Además, elogió el programa «Precios Justos» lanzado por Sergio Massa.
Luego de que el INDEC brindará el número de inflación de febrero, que fue del 6,6% y el 102,5% en los últimos 12 meses, el secretario de Industria y Producción José Ignacio de Mendiguren responsabilizó a los supermercadistas del alto dato
«También hay parte de responsabilidad por parte del empresario, porque en un momento como este el esfuerzo tenemos que hacerlo entre todos», remarcó.
Consultado por la reticencia del empresariado de aceptar acuerdos de precios, De Mendiguren consideró que «es una visión equivocada, porque la estabilidad es lo que más le da valor a tu empresa y lograrla implica acuerdos en precios y en cantidades».
«La verdadera solución de fondo a la inflación es la estabilidad macro, que requiere de crecimiento económico a través de la exportaciones, porque la crisis eterna de la Argentina es la falta de dólares», argumentó.
Y continuó: «Es récord de producción el mes que acaba de pasar, le dimos todos los incentivos a las exportaciones marginales, está la Ley de Agroindustria, que está trabada en el Congreso. También estamos con una sequía terrible, no se recuerda una parecida, estuvimos en la Expo Agro, donde dimos una línea de crédito para la compra de maquinaria y fertilizantes para los productores para que cuando pase la sequía arranquemos rápido».
También, el funcionario elogió el programa de Precios Justos que lanzó el titular del Palacio de Hacienda de Sergio Massa con el objetivo de congelar el valor de 2000 productos de primera necesidad. «Donde existió, funcionó correctamente».
Y cargó contra la líder del PRO Patricia Bullrich por las críticas a Massa: «Son gente especializada en bombas, en 2001 dejaron la mayor bomba que recuerda la economía argentina, después volvieron y en 2019 dejaron un país con 54 por ciento de inflación; defaulteado en pesos, algo que nunca la Argentina tuvo; y una deuda con el FMI que la Argentina no tenía ninguna posibilidad de paso».