Declara ante el juez federal Julián Ercolini para explicar la compra del edificio de la Procuración por casi $44 millones.
La procuradora general de la Nación Alejandra Gils Carbó, declara ante el juez federal Julián Ercolini en la causa que investiga el pago de comisiones millonarias en la compra del principal edificio del Ministerio Público Fiscal, ubicado en la calle Perón al 600.
El descargo de la funcionaria dispara contra el subdirector general Guillermo Alfredo Bellingi, con quien, según el juez, «diagramaron un complejo entramado» para que se adquirir el inmueble.
Fuentes oficiales confirmaron que el abogado de Gils Carbó, Alejandro Rúa, presentó un escrito de 110 páginas. Pero además, la jefa de los fiscales contestará las preguntas tanto del magistrado como del fiscal Eduardo Taiano.
Este último advierte que se cometieron delitos de fraude en perjuicio de la administración pública, abuso de autoridad, cohecho, tráfico de influencias y negociaciones incompatibles con el ejercicio de la función pública.
Los puntos clave del escrito: (critica la acusación y pide el sobreseimiento de Gils Carbó)
-La licitación no fue direccionada y que no realizó un pacto o acordó nada con nadie.
-La compra del edificio era acorde a la necesidad logística de la Procuración.
-El precio fue el más conveniente teniendo en cuenta el valor del metro cuadrado.
-El Tribunal de Tasaciones había cotizado el inmueble en un precio más alto que el pagado.
-La licitación fue convalidada por todas las áreas de la Procuración que intervinieron.
-No tuvo nada de irregular la anulación de la licitación previa a la que está bajo investigación.
-Desconocía el vínculo familiar entre Alfredo Bellingi y Juan Carlos Thill.
Durante la maniobra, se pagó una comisión de 7,7 millones de pesos a Jaureguiberry Asesores Inmobiliarios, que a su vez pagó otra comisión de 3 millones de pesos por asesoramiento a Juan Carlos Thill, un productor de seguros de La Plata. Sin embargo, la investigación reveló que Thill es medio hermano de Alfredo Bellingi, quien habría ideado la operación.
La duda es si esta jugada era desconocida por Gils Carbó.