«Fue un saqueo al Estado», aseguró el fiscal. Durante la operatoria se adquirió material ferroviario en desuso y hubo pago de coimas.
El fiscal federal Federico Delgado cumplió con el trámite judicial de acusar al ex secretario de Transporte kirchnerista Ricardo Jaime en la causa en la que se investiga la compra de trenes en desuso a España y Portugal. Pero su dictamen excede la formalidad de un mero escrito judicial ya que describe de forma descarnada la operación delictiva: «El Estado fue víctima de un saqueo», planteó.
Y cómo si esto fuera poco, según Delgado, aquella millonaria y ruinosa compra que hizo el Estado está ligada con la tragedia de Once. Para el fiscal, este es un caso en el que se demostró que «la corrupción mata».
Está comprobado que además de haber comprado material rodante –buena parte inutilizable- por unos 100 millones de euros hubo pago de coimas que llegó a manos de Jaime y su testaferro Manuel Vázquez. Jaime está preso en el penal de Ezeiza y Vázquez tiene prisión domiciliaria por cuestiones de salud.