Así lo informó el Instituto Nacional de Estadística y Censos.
El Producto Bruto Interno (PBI) registró una suba desestacionalizada del 3,9% en el tercer trimestre del año, con respecto al segundo, según informó el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec).
Sin embargo, la economía cayó un 2,1% si se lo compara con el mismo período del año anterior, a raíz de diversos factores que impactan tanto la producción como la demanda global.
En ese sentido, la industria ha sido uno de los sectores más afectados (baja del 5,9%), mientras que el sector agropecuario ha mostrado un crecimiento notable (alza del 13,2%), lo que contrasta con la tendencia general de declive en la economía.
El análisis de la demanda global muestra un panorama mixto, con exportaciones en aumento (20,1%), mientras que el consumo privado y público continúan en declive (descenso del 3,2% y 4%, respectivamente).
En tanto, la formación bruta de capital fijo ha mostrado un descenso preocupante (16,8%), especialmente en los sectores de construcción y maquinaria.
En resumen, la economía argentina enfrenta una serie de retos que afectan su crecimiento, con sectores como la industria y la construcción mostrando caídas significativas, mientras que el agro y las exportaciones ofrecen un rayo de esperanza en medio de la adversidad.
En cuanto a las proyecciones, el Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) realizado por el Banco Central de Argentina ha reflejado un cambio en las proyecciones económicas de las consultoras y fondos de inversión. Anteriormente, se estimaba una contracción del PBI del 3,6% para el año en curso, así como un crecimiento del mismo porcentaje para el año 2025. Sin embargo, las expectativas actuales han sido ajustadas, indicando un retroceso del 3% en 2024, seguido de una mejora del 4,2% para el año siguiente, lo que sugiere una moderación en las perspectivas económicas a corto plazo.
