El mandatario se subió al helicóptero presidencial junto con su esposa Melania y partió rumbo a Maryland, donde dará un discurso y viajará a Palm Beach antes de la asunción de Joe Biden.
Luego de cuatro años, Donald Trump abandonó la Casa Blanca en medio de tensiones con el Congreso y siendo el único presidente que estuvo a punto de enfrentar dos juicios políticos, el último tras los graves incidentes y la toma del Capitolio, por la que fue responsable de incentivar a los seguidores republicanos de mantener la lucha ante un supuesto fraude en las elecciones.
Este 20 de enero. el magnate salió por última vez por la parte trasera del emblemático edificio ubicado en el corazón de Washington y hacia el conocido South Lawn (jardín del sur), que oficia como helipuerto de los mandatarios de la potencia norteamericana. Desde ahí, él y su esposa Melania saludaron a los presentes y deslizó: «Fue el honor más grande de mi vida. Amamos al pueblo de Estados Unidos».
Con la partida del Marine One, la primera parada fue en la base aérea de Andrews, en el vecino estado de Maryland, donde protagonizó una breve ceremonia de despedida, antes de volar hacia Florida donde se resguardará mientras suceda la asunción de Joe Biden como nuevo presidente de los Estados Unidos, acompañado por Kamala Harris como vicepresidenta.
Llegado al aeropuerto en donde lo esperaba el avión presidencial, Trump deslizó unas palabras en donde sorprendió a la hora de desearle mucho «éxito» a su sucesor, al que no mencionó, e hizo una última promesa a sus simpatizantes: «Volveremos de alguna manera».
«Fuimos golpeados igual que el resto del mundo. Dejamos todo en la cancha», destacó Trump, quien ratificó sus denuncias de fraude electoral en los comicios que ganó Biden a pesar de todo y aseguró que se retira luego de obtener 75 millones de votos, en lo que fue «un récord en la historia para un presidente en el cargo».
Finalizada sus palabras, irá a Palm Beach donde se hospedará en su resort favorito con cancha de golf y en horas del mediodía se concretará la anunciada ausencia del saliente jefe de Estado, que será el primero tras más de un centenario en no estará presente para el paso del mando, y así el Partido Demócrata se pondrá nuevamente al frente de la Casa Blanca.