Son tres capítulos en total que cuentan con el visto bueno del sindicalismo y el bloque peronista. Buscan aprobarlos antes del primer semestre.
El Gobierno de Mauricio Macri envió al Congreso tres capítulos del proyecto de reforma laboral que cuentan con el visto bueno de gran parte del sindicalismo y se refieren al blanqueo de trabajadores informales, el establecimiento de sistemas de pasantías y la creación de una agencia de evaluación de tecnología médica.
El plan desde Casa Rosada es aprobarlo antes de finalizar el primer semestre del 2018, amparados en el acuerdo con varios sectores de la oposición y el sindicalismo.
El texto que envió el Poder Ejecutivo en la noche del viernes trata sobre el plan para regularizar empleados en situación de informalidad, en el que se incluye eximir del pago de multas a aquellos empresarios que blanqueen a sus trabajadores y el reconocimiento por parte del Estado de los aportes al sistema previsional por los años en los que el empleado haya estado en la informalidad. Por otro lado, se prevé reconocerle a los empleados informales el escalafón y la antigüedad.
El segundo punto apunta a la capacitación laboral continua, y se pretende que las pasantías sean una modalidad de capacitación, además de reconvertir oficios que actualmente están entrando en una etapa de desuso.
En el tercer proyecto la finalidad será la de reducir el nivel de litigios que actualmente acumulan en su contra las obras sociales sindicales. Esta propuesta fue un punto que Macri le había prometido a los dirigentes sindicales durante su primer año de gestión, cuando acordaron el plan de Cobertura Universal de Salud, cuyo financiamiento proviene en gran parte de la caja de las prestadoras sindicales.
No se descarta, por otro lado, incorporar una cuarta iniciativa que está vinculada a la prevención de riesgos del trabajo.
