La propuesta hace referencia a la investigación por la corrupción en la Obra Pública, que además tiene a Lázaro Báez y otros 14 imputados como protagonistas.
Luego de varias semanas de debate por el método de realización a raíz de la cuarentena que rige en todo el país, el Tribunal Oral Federal 2 propuso este martes la reanudación del juicio por corrupción en la obra pública que tiene a Cristina Kirchner y Lázaro Báez como los principales acusados.
En las últimas semanas la justicia, que actualmente se encuentra en feria extraordinaria a raíz de la pandemia que mantiene en vilo al país, había recomendado a los distintos tribunales reactivar las audiencias de los juicios iniciados previo a la pandemia de coronavirus, como lo es el que tiene como protagonistas a la vicepesidenta de la Nación, el empresario correntino y otros catorce imputados.
A través de una resolución firmada por los jueces Rodrigo Giménez Uriburu, Jorge Gorini y Andrés Basso, el TOF2 notificó a las partes la posibilidad de una «reanudación del presente debate oral y público de modo semi presencial», tras la cual los intervinientes tendrán 72 horas para plantear si están de acuerdo o no con la metodología mencionada.
En caso de responder positivamente, se podrá pedir al Consejo de la Magistratura que establezca una fecha para la realización del mismo, y los abogados de las partes deberán presentar «nombre completo, el teléfono personal de contacto, un correo electrónico y el domicilio físico desde donde se entablará la conexión virtual» de sus defendidos.
A comienzos de mes Magistratura ya había presentado al tribunal dos alternativas tecnológicas para retomar las audiencias: la plataforma Jitsi, acondicionada por Arsat para el Poder Judicial, y el pago de la licencia premium de la popular aplicación de videoconferencias Zoom.
Según informó Clarín, ya son dos las objeciones en cuanto a la posibilidad de retomar el juicio de manera virtual, que fueron planteadas por el mencionado Báez y por Nelson Periotti, ex titular de Vialidad Nacional, quienes reclamaron que una realización vía videollamada «rompe con la inmediatez que debe tener todo juicio para interrogar a los testigos».
