El equipo albiceleste se impuso por 25-23, 20-25, 20-25, 25- 17 y 15-13, en más de dos horas y media de juego, e igualó la marca obtenida en Seúl 1988.
Argentina derrotó a Brasil y se quedó con la medalla de bronce en los Juegos Olímpicos de Tokio. El seleccionado masculino de vóley se impuso por 3 a 2 (25-23, 20-25, 20-25, 25-17 y 15-13) ante una potencia mundial como lo es el conjunto brasileño.
Argentina había perdido en las semifinales con Francia, y en el camino había dejado fuera a Estados Unidos e Italia, dos potencias mundiales, por lo que debía recuperarse del golpe en el clásico sudamericano y vaya si lo consiguió.
Un dato por demás importante es que en ambas conquistas olímpicas del vóley argentino estuvo el apellido Conte en el equipo: en 1988 con Hugo y en 2021 con Facundo. En el primer set Argentina funcionó como un reloj, porque bloqueó bien y fue efectivo en el ataque, sobre todo por los nueve puntos que consiguió Facundo Conte, el famoso “Heredero” tal como lo bautizó José Montesano, el relato de TyC Sports que nos emocionó a todos.
Brasil, que hasta Tokio era el campeón olímpico, tenía la ventaja de la experiencia de sus hombres y por eso el ser precisos era vital para que Argentina tuviera oportunidad de pelear el juego. Pero la Argentina debía aprovechar quizás el aspecto anímico del rival por haber caído contra Rusia en semis.
En un final cerrado, al que Argentina llegó mejor plantado -no sin un dejo de duda, el equipo albiceleste lo definió con un tremendo derechazo de Conte.
Ya el segundo parcial lo tuvo a Argentina siempre detrás de Brasil, que tuvo en Wallace a uno de sus puntos más altos en ataque, y además aprovechó los errores que le brindó el equipo de Méndez, y que no había ofrecido en el inicio.
El equipo «verdeamarillo» llegó con cuatro opciones de set ball y no las desaprovechó, elevando mucho su juego y siendo muy cerrado en defensa se lo llevó por 25-20.
En el tercer set fue Argentina la que salió más decidida y en poco tiempo sacó una ventaja considerable, llegando a estar 6-2, en gran medida por la efectividad en ataque y un bloqueo bien compacto.
Pero más allá de la concentración del equipo de Marcelo Méndez, con una muy buena producción de Bruno Lima y Ezequiel Palacios, los argentinos no sacaron bien.
Promediando el set Brasil igualó el tanteador y comenzó a hacer prevalecer esa experiencia que se le conoce y desde el 17-17, comenzaron a irse en el tanteador.
Argentina no supo «cerrar» los puntos que tuvo a su favor y Brasil fue muy sólido en defensa y por eso se llevó el tercer parcial por idéntico marcador que en el anterior.
El equipo albiceleste salió decidido a buscar el empate en set para estirar la definición al tie-break, y se apoyó en el muy buen armado de De Cecco y un Sebastián Solé tremendo por el medio.
Brasil buscó seguir teniendo efectividad con Lucarelli, y si bien le sirvió por momentos, Argentina se hizo fuerte en el bloqueo y los número uno del mundo chocaron una y otra vez, para que los de Méndez saquen una diferencia de 15-7.
El mejor pasaje del partido para Argentina llegó en un esfuerzo tremendo en cada pelota, con el consecuente bloqueo y un ataque que perforó la defensa brasileña para llevar el tanteador a 18-10.
Con un Loser impasable, Argentina fue pura entrega y se sintió firme en cada pelota, con confianza para intentar y hasta arriesgar y se llevó el set por 25 a 17 de manera categórica.
En el tie break Argentina salió nuevamente arrastrado por la ola que traía del cuarto set y estuvo más que efectivo en cada intervención, hasta llegar 8-4 al tiempo técnico.
Sin embargo, los cambios realizados por el entrenador de Brasil le dieron resultado y se acercó hasta el 10-9, siempre con Argentina adelante, pero con un margen más apretado.
Brasil mostró todo su poderío y casi que no le dejó margen a Argentina y le igualó el tanteador en 12 y luego en 13, para llegar a un final apretadísimo.
El bloqueo entre Agustín Loser y Luciano De Cecco le dio a Argentina la medalla de bronce, luego de más 80 días desde que salieron del país para jugar primero la VNL y luego desembarcar en Tokio, donde pudieron cumplir su sueño deportivo.
Fuente: NA