Tras los inconvenientes con la Boleta Electrónica, se determinó que en los próximos comicios generales habrá un boleta para cargos nacionales y otra para autoridades locales.
Tras las demoras que se produjeron con el voto electrónico en las elecciones primarias del 13 de agosto pasado, la Junta Nacional Electoral resolvió este martes que en los comicios generales del 22 de octubre en la Ciudad de Buenos Aires las boletas para las categorías nacionales y locales se colocarán en un solo sobre, que se depositará en una misma urna.
La decisión fue comunicada tras una reunión que los integrantes de la Junta Nacional Electoral, los jueces María Servini, Sebastián Picasso y Jorge Morán, mantuvieron con los de la Cámara Nacional Electoral, Alberto Dalla Vía, Santiago Corcuera y Daniel Bejas.
El 23 de agosto pasado, mediante un decreto, el Gobierno de la Ciudad había anulado el voto electrónico para las elecciones de octubre, después de que el sistema fuera fuertemente criticado por la jueza Servini debido a los múltiples inconvenientes que presentaron muchas de las máquinas que se utilizaron y a las demoras para emitir el sufragio.
Aquel día, Servini envió un escrito a las autoridades del Instituto de Gestión Electoral en el que afirmó que implementar nuevamente los dispositivos de Boleta Única Electrónica en octubre sería “una burla a la ciudadanía”.
En este sentido, la magistrada con competencia electoral aseguró que las recientes primarias en el territorio porteño fueron “los comicios más problemáticos y conflictivos de los últimos 30 años” en el distrito.
Servini envió documentación fotográfica con registros de las deficiencias de los dispositivos electrónicos en los que se ejecutaba el voto, entre los que se identificó la aparición de candidatos distintos a los elegidos.
“Hubo autoridades de mesa que, ante el nerviosismo generado por la situación, más la aglomeración de electores que querían sufragar, colapsaron emocionalmente y manifestaron su intención de no cumplir su función en octubre próximo”, destacó.
Servini además apuntó contra “la mala preparación del personal técnico contratado para la empresa en cuestión para la instalación y prueba de las máquinas, que demostró poca predisposición para solucionar los problemas, en una actitud irresponsable y casi negligente, y poco conocimiento del funcionamiento de esos equipos”.
Ante los inconvenientes registrados y las quejas de los votantes por la demora para sufragar, en algunas escuelas se extendió el horario de votación hasta las 19:30.
En las PASO, el Gobierno de la Ciudad implementó en el distrito el voto concurrente, en el que los electores tuvieron dos sistemas distintos en el mismo acto: para la instancia local usaron la Boleta Única Electrónica, mientras que para las categorías nacionales sufragaron de la misma forma que en el resto del país, con boletas de papel.