Tremendo momento atraviesa Emiliano Pinson quién se animó a revelar a los 50 años que sufre de la enfermedad de parkinson. El periodista, padre de tres hijos, contó todo en una entrevista radial con Urbana Play.
Entonces, contó que fue muy sorprendente enterarse que tenía esa enfermedad: “Ahí me di cuenta por qué me costaba dormir, no la estaba pasando bien de salud. Fue un shock, no lo pensaba, yo creía que era estrés y no, me dijeron ‘tenés Parkinson’, aparte de una manera media cruda”.
“La médica me dijo que ya no iba a ser el de antes, que iba a estar cerca, pero que no iba a ser el mismo, y la verdad es que me golpeó. Llamé a mis viejos, mi mamá pensó que me moría mañana y no, si bien yo no quise meterme mucho en la enfermedad, la neuróloga me explicó que no es tanto la enfermedad sino el paciente. Yo tengo el tipo de Parkinson que tiene el Indio Solari, el rígido”, explicó Pinsón.
“Con este tipo de Parkinson tenés movimientos robóticos, yo tengo uno leve, estoy medicado y es de por vida, crónico. Aparece porque sí, yo no tengo antecedentes. La mayoría de las personas de mi círculo y mi trabajo ya lo saben. Yo me siento bien, si bien me sensibilicé mucho y lloré bastante. Hay muchas cosas del deseo, no solo sexual, que perdés hasta que te vas equilibrando, sea por lo emocional o por los medicamentos, o por todo”, sumó.
Entonces, contó cómo es vivir día a día con esta enfermedad: “En lo cotidiano es bastante complicado. Te jode para ir al baño, para comer, para abrir una puerta, se mete por todos lados. Era o quedarme llorando y perder el tiempo o salir a pelear y elegí esto último porque lo voy a tener todo el tiempo hasta que encuentren una cura porque no pienso retirarme”.
“A veces puchereo pero de emoción porque me doy cuenta de que tengo huevos. Tuve que dejar de jugar a la pelota, hay cosas que me cuestan, a veces pienso que era un tipo que ahora no soy. Si me ven lagrimear es de contento, de ir para adelante, encontré mucha gente copada más allá de que hay gente que dijo ‘che, mirá si a Emiliano le pasa algo al aire’ y no, yo me voy a retirar cuando me dé cuenta que no puedo más, yo hoy hablo bien, comento partidos, hago cosas. Sí me pasa que capaz que tengo dolores en el cuello cuando me voy a dormir, dolores que no tenía nunca, pero después estoy bien”.
Finalmente, Emiliano pidió: “Quiero que me traten igual, que me puteen, que soy la misma persona”.
Unas cien mil personas viven en Argentina con Parkinson, una enfermedad que afecta los movimientos, coordinación, tono muscular y el equilibrio para la que, si bien todavía no hay cura, existen tratamientos cada vez mejores que permiten que quienes la padece puedan tener una buena calidad de vida, indicaron especialistas a propósito del Día Mundial que busca concientizar y hablar de la afección.
Visibilizada a partir de casos de figuras públicas como el actor estadounidense Michael Fox, el boxeador Mohamed Alí y en Argentina el músico Carlos Alberto «Indio» Solari, la enfermedad de Parkinson es una afección del sistema nervioso central causada por la pérdida de células productoras de dopamina en el cerebro.
«El Parkinson es la segunda enfermedad neurodegenerativa más frecuente después de Alzheimer. Los primeros síntomas suelen ser pre-motores como pérdida del olfato, constipación, trastornos en el sueño y en el ánimo«, señaló a la agencia Télam Ricardo Maiola, médico del Programa de Parkinson y Movimientos Anormales del Hospital de Clínicas (M.N 121.564).
Y continuó: «Después aparecen los motores como lentitud, temblor, inestabilidad y rigidez, que es la resistencia para la movilidad pasiva y activa de las articulaciones«.
Parkinson, una enfermedad del sistema nervioso central relacionada con la pérdida de dopamina
La Enfermedad de Parkinson (EP) es una afección del sistema nervioso central causada por la pérdida de células productoras de dopamina en el cerebro. Se la considera una condición neurodegenerativa, porque las células nerviosas (neuronas) en el cerebro que controlan el movimiento se deterioran y se pierden.
El faltante de dopamina genera que los mensajes cerebrales no sean transmitan de la forma adecuada, lo que da como resultado que los movimientos, coordinación, tono muscular y el equilibrio se vean afectados drásticamente, entre otras cosas. También es considerada una enfermedad progresiva, lo que significa que los síntomas aparecen gradualmente y empeoran lentamente.
Algunas cifras poco conocidas sobre el Parkinson
- Actualmente, 175.000 personas en el mundo reciben la terapia de Estimulación Cerebral Profunda (o DBS por sus siglas en inglés).
- La EP es una de las enfermedades neurodegenerativas más comunes relacionadas con la edad, afecta al 1% de los pacientes mayores de 60 años y al 0,3% de la población general, calculándose una prevalencia cercana al doble de la actual para el año 2030, de acuerdo a la Escuela de Medicina de la Universidad de Texas.
- Se calcula que en Argentina más de 90 mil personas conviven con esta enfermedad, según la Asociación Parkinson Argentina.
¿Cómo se diagnostica?
De acuerdo al doctor Carlos Alberto Ciraolo, especialista en neurocirugía (MN 70.603), jefe de la sección neurocirugía funcional y estereotáctica adulta y pediátrica del Hospital Italiano de Buenos Aires, médico de planta neurocirugía y neurocirugía pediátrica y presidente de la Asociación Argentina de radiocirugía, al no haber una prueba específica para la condición, la Enfermedad de Parkinson es difícil de diagnosticar. Los síntomas varían de persona a persona y varias enfermedades presentan síntomas similares. Por eso, algunas veces se hacen diagnósticos incorrectos.
Cuando una persona sospecha que presenta la enfermedad, es importante que asista pronto con un neurólogo especialista en trastornos del movimiento, el cual le solicitará una serie de pruebas de imagen, laboratorio o genéticas que permitan tener un diagnóstico. Lo más importante es buscar el consejo médico tan pronto como sea posible para tener así una detección temprana.
Los síntomas de la Enfermedad de Parkinson, según especifican desde el instituto Parkinson y yo, incluyen aquellos que afectan el movimiento: temblor, rigidez muscular y lentitud. Pero también incluyen síntomas que comienzan en un lado del cuerpo: cambio en la expresión facial (mirada fija, ausencia de parpadeo), falla en balancear un brazo cuando camina, posición encorvada (flexión), hombro congelado, con dolor, cojera o arrastre de una pierna, adormecimiento, hormigueo, dolor o incomodidad en el cuello o las extremidades, voz suave, escritura pequeña, sensación de temblor interno, pérdida del sentido del olfato, depresión o ansiedad.
Cuáles son los tratamientos para la enfermedad
Actualmente no se cuenta con tratamientos curativos para el Parkinson, pero existen distintas opciones para el tratamiento de la enfermedad. Es importante comprender que cada paciente es diferente, por eso es necesario analizar y comprender las necesidades de cada uno, de forma individual a la hora de seleccionar una opción.
Las opciones para tratar el Parkinson se podrían clasificar en 2 grandes categorías: Tratamientos Farmacológicos y Tratamiento Quirúrgico. Así mismo, su médico tratante puede prescribir adicionalmente tratamientos como sesiones de terapias con otros profesionales de la salud para ayudar a controlar los síntomas y mejorar la calidad de vida del paciente y de su familia.
– Tratamientos farmacológicos: Existen varios medicamentos usados para tratar los síntomas motores de la enfermedad. Estos medicamentos son útiles en las primeras etapas de la enfermedad, pero su efectividad generalmente disminuye con el tiempo; así mismo es posible que con el tiempo requiera mayores dosis de medicamento para obtener control de los síntomas motrices, lo que a futuro podría ocasionar efectos secundarios.
– Tratamientos quirúrgicos: Cuando los medicamentos ya no funcionan tan bien para los síntomas motores de los pacientes, la cirugía de estimulación cerebral profunda (DBS) puede ser una opción para mejorar la calidad de estos pacientes. La terapia DBS es una forma de tratamiento que envía impulsos eléctricos a áreas específicas del cerebro que controlan los movimientos. Esto implica un procedimiento quirúrgico para implantar electrodos en el cerebro, conectados a un dispositivo neuroestimulador localizado debajo del pecho o el abdomen. El DBS es altamente efectivo en pacientes seleccionados adecuadamente.